— ¡N-N-N-No estoy aquí! ¡Vete, vete! — Chilló el fontanero con total desesperación, sin pensar que si se anunciaba a sí mismo sobre su paradero, era inminente de que cualquiera habría podido saber su ubicación.
Luego de unos segundos, se percató de aquel grave error, por lo que salió de esos arbustos en un salto. Se fue corriendo de allí hacia las profundidades del bosque, jadeando mientras corría y mirando hacia atrás de vez en cuando, rogando para que la fantasma no siguiera persiguiéndole.
-Ante la acción de joven de ropas verdes, la mujer mostró una sonrisa divertida, el mazo solo paso atra vez de ella, al verlo correr eso solo la emociona, comenzando a flotar para ir tras él-.
¿Donde estas?
-Se pregunto asi misma mientras buscaba en el area del lugar, acercandose a los arbustos donde se ocultaba. -
— ¡Uuuaaaaagghhhhh! — Exclamó en un chillido casi ensordecedor en cuanto vio acercarse a aquella monarca fantasmal translúcida frente a sus ojos.
Gracias a sus instintos de supervivencia, tomó rápidamente aquel enorme mazo y lo lanzó con fuerza hacia esa fantasma, con intenciones de noquearle y huir, olvidando que aquel método de defensa sería inútil, debido a la naturaleza espiritual de la monarca. Atemorizado, huyó despavorido de allí, escondiéndose cerca de unos altos y frondosos arbustos en el bosque.
— Que no me encuente, que no me encuentre, que no me encuentre... — Rezaba una y otra vez, teniendo sus ojos cubiertos por sus manos enguantadas y temblando de miedo.
