[i]¡Usted me encanta Sensei! Eran las últimas palabras que Misaki le había dedicado a su escritor de manga favorito antes de que Isaka-san lo echara. Ya se encontraba afuera del edificio y sentía aun el corazón latiéndole a mil por hora, era imposible bajarlo del pedestal en el que lo tenía, sin importar el aspecto desaliñado que lucia Sensei seguía siendo su Dios.

Después de entrar a la lotería 36 veces por boletos para verle nuevamente su deseo se había hecho realidad. No le importaba que su suerte del año se gastara en aquel único evento, por fin podría tener la firma de Sensei inmortalizada de por vida. Llevaba de regalo unas galletas caseras y un enorme peluche del hombre de las nieves. Esperaba emocionada su turno hasta que finalmente lo tenía frente a frente, entrego la tarjeta con su nombre para que así Sensei pudiese dedicarle el autógrafo para finalmente terminar con aquella oración con la cual lo había conocido. [c=#60BF60][u] ¡Usted me encanta Sensei! [/u][/c] [/i]