— Si la vas a cumplir consiguele muchos cráneos a el le gustan .— Le saco la lengua cuando creo que la llamaba mocosa, dado que ella no era ni pertenecería a esa clases de niños extraños, la rareza que ella poseía era única. — Los adultos cuando llegan a cierta edad ya solo se vuelven aburridos.— Mirando hacia su hombro noto escucho el chasquido proveniente de una escolopendra.

Bri?tengo que cumplir la promesa de jugar con el además no tengo tiempo para tiempo para cuidar de mocosos

Sonrió, evitando que también que pusiera un dedo sobre su cuerpo. — Te sale humo.— Hizo mas evidente aquello moviendo su mano de izquierda a derecha, definitivamente aquel mayor estaba hecho un caos por completo. — Bri dijo eras divertido pero asi no puedes jugar conmigo.—

Solo falta un poco más. — vapor salían de sus heridas, en breves segundos ya estaba casi recuperado miro el hilo y lo tomo evitando el contacto físico lo más que pudo.— una vez que se abra el telón prometo acabarlo.

— Hablas de ese chico de cabello rojo como si le prendieron un fósforo en el cabello.— Le miro inclinarse para quedar a su altura, causando que riera pues pensó que se vendría abajo por el estado en el que se encontraba. — No se si sea necesario, puede que solo sea un juego de ajedrez mal formulado.— Enseño el hilo contenía un beta parte de la sangre de su progenitora. — Mami me dio esto ¡Usalo! Mata a la serpiente por la cabeza.—

Solo es cuestión de tiempo de que suceda solo espero que una coneja molesta continúe, así para terminar lo que termine no molestará más a tu familia.

—Se inclino para estar a su altura haciéndole un mal gesto.—

Es necesario esto?

Paso a balancearse sobre sus talones, escucho ese nombre su madre lo menciono así que aquel hombre era un dolor de culo. — Matalo y se acaba el dolor ya si es difícil hacerlo pide ayuda a tus aliados.— Miro un pequeño hilo aparecer el cual tomo para tirar con fuerza de el hasta atraerlo con ella.

El arlequin es molesto.

—Seguia mirando hacia arriba mientras pasaba a recordar de quién se trataba pero su memoria le estaba fallando en estos momentos.—

— Importa eso.— Respondió la pequeña de tan solo 6 años de edad mirando al mayor que desprendía un olor a hierro. — Mira, es un pañuelo para limpiarte así no pareces un animalito atropellado.—

¿Y tú quien eres?