El día en que te cases hermana mía, ese día estaré allí en tu boda, mirando con cara de asesino a tu futuro esposo, y advirtiéndole de lejos que si te lastima le cortare el cuello...
Hace un leve puchero al descubrir su rostro y mira un tanto pensativa al mayor.
-Hummmgg... Esta bien, esta bien.- se acerca hasta él para jalar de su mejilla con sus delicados dedos- S-si tanto quieres que tenga hijos, tú deberías de ponerme el ejemplo... ¿no lo crees?- lo mira sonrojada.-