*.* hola

-No es algo habitual de que el acepte cosas, pero lo hizo, acepto aquello de los dulces por parte de la mujer.-

Por que no los puedes comer...

-Comento dudoso en cada palabra salia de la boca de este, el ramen le recordaba mucho a alguien.-

-Se ha quedado quieto con la caricias leves en la cabeza, luego sacude la cabeza para responderle tranquilo en vez feroz y tajante.-

¿Hu...? usted....yo, supongo que estoy bien...

¡Awww! *.*

-Siente la palmada y sonríe leve sereno.-

Mocosa mía...

-le da una palmadita en la cabeza-