31-35, F
About Me About Me Notes
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CezNightmare · 22-25, F
Occ; Disculpe el asqueroso atraso, es que no habìa tenìdo inspiraciòn,pasaron cosas y ..bueno, uxu comprendo si se molesta y/o no me responde
On:
*Llueve en la ciudadela, durante la noche las calles están vacías, sólo las luces del firmamento fungen como alumbrado público y brindan apoyo a una visibilidad mediocre, aquel Dios tal vez no se habría percatado por la intensidad de su carrera. Con un mohín de mayor inocencia, yacía sentada en la orilla de la acera situada justo delante de una fuente de cemento y corte neogótico que estaba adornada con unas majestuosas alas en la punta donde el líquido dador de vida desfilaba y se unía con las gotas del cielo, impregnada por el agua, diminuta y etérea, dueña de una delgada silueta, una fémina de belleza celestina vestida por un sencillo camisón sin mangas blanco que le cubría hasta medio muslo, su cabellera era corta, anaranjada y algunos mechones le rozaban sutilmente su desnuda clavícula la cual daba pie a observar su aperlada tez que hacia juego con sus rasgos finos. Poseía unos orbes esmeralda resplandecientes gracias al baño de la luna.
Justo emanando de la infante, una gigantesca sombra se posaba como suya, sigilosa y casi imperceptible incluso para el ser divino que ahora se convertía en su acompañante. Abrazaba sus rodillas mirando el chocar de las gotas contra el suelo
La menor, a quien le escurría agua del cabello y que apenas rosaba el metro y sesenta centímetros de altura, estaba ensimismada cantando con una voz amielada entonando una melodía de extraña hermosura, el cantar empapado de lírica, le traía ciertos recuerdos los cuales pareciera que su objetivo al finalizar fuera borrarlos de su mente
On:
*Llueve en la ciudadela, durante la noche las calles están vacías, sólo las luces del firmamento fungen como alumbrado público y brindan apoyo a una visibilidad mediocre, aquel Dios tal vez no se habría percatado por la intensidad de su carrera. Con un mohín de mayor inocencia, yacía sentada en la orilla de la acera situada justo delante de una fuente de cemento y corte neogótico que estaba adornada con unas majestuosas alas en la punta donde el líquido dador de vida desfilaba y se unía con las gotas del cielo, impregnada por el agua, diminuta y etérea, dueña de una delgada silueta, una fémina de belleza celestina vestida por un sencillo camisón sin mangas blanco que le cubría hasta medio muslo, su cabellera era corta, anaranjada y algunos mechones le rozaban sutilmente su desnuda clavícula la cual daba pie a observar su aperlada tez que hacia juego con sus rasgos finos. Poseía unos orbes esmeralda resplandecientes gracias al baño de la luna.
Justo emanando de la infante, una gigantesca sombra se posaba como suya, sigilosa y casi imperceptible incluso para el ser divino que ahora se convertía en su acompañante. Abrazaba sus rodillas mirando el chocar de las gotas contra el suelo
La menor, a quien le escurría agua del cabello y que apenas rosaba el metro y sesenta centímetros de altura, estaba ensimismada cantando con una voz amielada entonando una melodía de extraña hermosura, el cantar empapado de lírica, le traía ciertos recuerdos los cuales pareciera que su objetivo al finalizar fuera borrarlos de su mente