Intempestivo, obstinado y espontáneo. De fuerte carácter.
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KcR1545258 · F
No pasó mucho tiempo para que notara el temprano ajetreo que invadía a Karakura, si bien la tormentosa presencia espiritual le había agobiado por un buen rato había una en particular que le llamaba con distintiva intensidad hacia el lugar de los hechos. Apresuró su paso hacia la zona donde se había detectado una alta actividad, a pesar de encontrarse en su forma espiritual decidió gastar el mínimo de energía en el traslado, pues presentía que ésta le serviría para cuando llegara el momento.
Transcurrieron algunos minutos antes de que llegara al sitio donde se erguían enormes y desproporcionadas bestias sobre los edificios de la ciudad, intentando abatir con movimientos torpes y toscos todo lo que se opusiera ante ellos, desde ánimas hasta estructuras cercanas.
Contempló con cautela la escena frente a ella mientras dirigía alerta y severa su diestra al mango de su zanpakuto, al parecer el protagonista de aquella batalla estaba llevando todo a la perfección (?). Su amigo Kurosaki Ichigo, ahora shinigami sustituto se encontraba librando una contienda contra un puñado de discordantes y hambrientos Hollows.
- Hum....- Musitó con semblante serio y apático ante las presencias innecesarias de aquellas almas, aferró sus menudos dedos al mango, enredándolos para cubrir casi por completo éste y avanzó a velocidad sobrehumana hasta llegar cerca de él, sin embargo un intempestivo acontecimiento la distrajo por completo. -¿¡Una garganta?!- Su rostro tomó una mueca de sorpresa y desasosiego al ver como de las entrañas brotaba con rapidez uno más.
- ¡ICHIGO!.- Bramó con desespero al imaginar el desenlace, pero no se quedaría a lamentarse, por lo que con un esfuerzo ímprobo se impulsó sobre sus pies elevándose en el aire a una distancia aproximada a la que se encontraba la bestia emergente, y con celeridad desenvainó su zanpakutō en un instante al encontrarse a la altura de lo que parecía ser el cráneo del Hollow para así tomar vuelo con el arma entre sus manos y asestar con un impacto certero por detrás de la máscara que le cubría aproximadamente todo el cráneo, fragmentando así por la mitad a la bestial criatura. Mientras seccionaba murmuró algunas maldiciones intangibles aplicando aún más fuerza en su ataque hasta que por fin su cuerpo se desintegrase.
-¡Tsk! ¿¡Qué diablos te pasa?!, ¡Pudiste haber muerto, kisama!- Espetó con furia hacia el pelinaranja aún sin enfundar su espada moviendo sus brazos a los lados a manera de reproche y con cierto grado de peligro pues no controlaba a donde apuntaba la punta de su Zanpakutō. -¡Bakamono!, ¡Ese hollow llegó de la nada!, deberías tener más cuidado... ¡Dsk!.- Conforme más palabras decía intentaba que su humor se calmara (?) pero no fue hasta que examinó con la vista por completo al Kurosaki que su humor se aligeró considerablemente; envainó su arma con rapidez para observar con una mueca más relajada al shinigami.
- Maldito tonto... Ah, ¿estás bien?.- Dejó escapar un leve suspiro de resignación mientras le dedicaba una suave pero severa mirada violácea aguardando su respuesta.
Transcurrieron algunos minutos antes de que llegara al sitio donde se erguían enormes y desproporcionadas bestias sobre los edificios de la ciudad, intentando abatir con movimientos torpes y toscos todo lo que se opusiera ante ellos, desde ánimas hasta estructuras cercanas.
Contempló con cautela la escena frente a ella mientras dirigía alerta y severa su diestra al mango de su zanpakuto, al parecer el protagonista de aquella batalla estaba llevando todo a la perfección (?). Su amigo Kurosaki Ichigo, ahora shinigami sustituto se encontraba librando una contienda contra un puñado de discordantes y hambrientos Hollows.
- Hum....- Musitó con semblante serio y apático ante las presencias innecesarias de aquellas almas, aferró sus menudos dedos al mango, enredándolos para cubrir casi por completo éste y avanzó a velocidad sobrehumana hasta llegar cerca de él, sin embargo un intempestivo acontecimiento la distrajo por completo. -¿¡Una garganta?!- Su rostro tomó una mueca de sorpresa y desasosiego al ver como de las entrañas brotaba con rapidez uno más.
- ¡ICHIGO!.- Bramó con desespero al imaginar el desenlace, pero no se quedaría a lamentarse, por lo que con un esfuerzo ímprobo se impulsó sobre sus pies elevándose en el aire a una distancia aproximada a la que se encontraba la bestia emergente, y con celeridad desenvainó su zanpakutō en un instante al encontrarse a la altura de lo que parecía ser el cráneo del Hollow para así tomar vuelo con el arma entre sus manos y asestar con un impacto certero por detrás de la máscara que le cubría aproximadamente todo el cráneo, fragmentando así por la mitad a la bestial criatura. Mientras seccionaba murmuró algunas maldiciones intangibles aplicando aún más fuerza en su ataque hasta que por fin su cuerpo se desintegrase.
-¡Tsk! ¿¡Qué diablos te pasa?!, ¡Pudiste haber muerto, kisama!- Espetó con furia hacia el pelinaranja aún sin enfundar su espada moviendo sus brazos a los lados a manera de reproche y con cierto grado de peligro pues no controlaba a donde apuntaba la punta de su Zanpakutō. -¡Bakamono!, ¡Ese hollow llegó de la nada!, deberías tener más cuidado... ¡Dsk!.- Conforme más palabras decía intentaba que su humor se calmara (?) pero no fue hasta que examinó con la vista por completo al Kurosaki que su humor se aligeró considerablemente; envainó su arma con rapidez para observar con una mueca más relajada al shinigami.
- Maldito tonto... Ah, ¿estás bien?.- Dejó escapar un leve suspiro de resignación mientras le dedicaba una suave pero severa mirada violácea aguardando su respuesta.