Una nueva risita aparece. Contempló esa dulce y tierna expresión que le mostró, para ese punto, son ahora ambas palmas las qje viajaron hasta el rostro.
Sus orejitas se dejaban tocar y delinear a gusto, era algo que sin duda el hada disfrutaba de sobremanera, más abrió los ojos con cierto "puchero" en la expresión, más como un berrinche infantil. Sé que soy suavecita, mi dama... Pero ¿Sería justo si de igual manera me permitiera sentir sus escamas? Realmente quiero ~
La sonrisa perduró en la expresión de la serpiente, quién ahora a usado cada mano para brindar esos cariños, una palma contra la nejilla, otra que desliza contra esas pequeñas y adorables orejas.
Hecha un poco más las orejas hacia abajo, haciendo un sonido similar a un ronroneo desde su garganta, meneando suave y elegante su cola afelpada como toda una mínima. Tal belleza merece ser admirada... ¿Y si puedo disfrutar de sus caricias? ¿Cómo no serlo más?
Mmmh... ~ Dio un suave suspiro por la sensación de sus dedos sobre sus cabellos, llegando incluso a ladear un poco la cabeza contra su palma buscando más de sus caricias. Suelo rendirme fácil a la belleza... Y tú tienes mucha, mi dulce dama serpiente.
¿Enserio? Vaya sorpresa... Aunque espero poder más adelante también poder corresponder de igual manera con dulces mimos. De seguro una textura tan bella como las escamas de una hermosa serpiente se sentirán especiales...~ Su voz dulce la acompaño con una sonrisa que la hizo cerrar los ojos y sentarse sobre sus talones y agachar un poco las orejas.
━ ¿Una competencia por apreciar cual encanto supera al otro? ¡Que adorable! Pequeña hada, ¿acaso no sabías que tu propio encanto es único por igual? Además, si lo que deseas son mis mimos, tan solo requerías pedirlos. ~
¿Y si lo ponemos a prueba contra el de un hada? Sería interesante saber quién cedería primero... Aunque con tal belleza, puede que me rinda si el premio son tus atenciones.
