**No sabe cuando había pasado, o que es lo que había ocurrido en un inicio. Pese a que pasó un día y medio desde la última tortura de aquel hombre que, por gusto del mismo lo tiene cautivo, aún no logra recuperarse del todo. Entre desvaríos de la vigila al sueño; el chico en ocasiones veía al Barón frente a él, en otras, y más oscurecido su alrededor, además de siluetas borrosas, veía de reojo al hombre rubio. Sabe por la nitidez de eso último, que es real, mientras que las ocasiones que vislumbra al Barón, de una manera tan clara... no son más que sus sueños.**
**Cuando llega el sanador, el muchacho sigue con los sollozos y respiración agitada. Pide que desaparezca el dolor y este le explica que debe alimentarse, que no lo ha hecho en días. Sin embargo el chico se empecina en que el dolor desaparezca. Por lo que el sanador le hace prometer que, si lo duerme, al despertar se alimentará, a lo que el muchacho tan sólo asiente con la cabeza. Cuando bebe el brebaje para el sueño, es como consigue que deje de gritar y, poco a poco, el joven va cediendo al sueño, hasta quedarse dormido. Sin embargo, al ya estar dormido el chico, el sanador le informa a Markus que, al parecer, los golpes en su cabeza han tocado la memoria del muchacho, al punto que regresó a un punto de la infancia, cuando aún no era peligroso.**
