**Una vez que se satisfizo y su victima ha quedado rendida y agotada, la carga para liberarla de ese inmundo lugar para llevarlo a un lugar mas cómodo en donde a partir de ese momento ambos cohabitaran como amantes**
**Pese a todo, al dolor, el pesar, la tortura. Si, el chico en ése momento cede, cede para darle al mayor lo que desea. Esa batalla la tiene perdida. Pero no perderá la guerra... aunque tenga que pelear de otra manera, menos directa, más cuidadosa. Al sentir el líquido seminal llegar a su interior; como un efecto, o como si disfrutase del mismo, él se corre casi al mismo tiempo. El mismo hecho lo hace tanto gemir, como sollozar; al sucumbir a ése acto. Respira unos momentos, de manera agitada, intentando calmarse del reciente éxtasis, para luego, sin más, sin resistir ya, caer inconsciente...**
**Se siente satisfecho y sumamente complacido al ver que al fin el comienza a ceder ante el placer que el le ofrece, aunque de un modo enfermizo y alocado pero se centra en hacer que ambos disfruten ese momento, por lo que se corre en su conducto anal y aquello logra escucharse suculentamente exquisito, donde los gemidos se mezclan con los sollozos del menor a quien ahora tiene a su merced sucumbiendo a sus deseos**
**Pese a su malestar, tanto por la tortura previa, como por la perspectiva de estar a merced del mayor, las atenciones, tanto las embestidas como la masturbación, logran general en él excitación. Pese a lo devastado que está con la idea de ser de nuevo el juguete de alguien más, en ése momento arquea la espalda, profiriendo alaridos de placer; al mismo tiempo que serpentea su cuerpo, comprendiendo que nada de lo que objetará, o haga hará que el mayor deje de hacer lo que le plazca. Además de, posiblemente buscar de la única manera que tiene en ése momento salir de aquel lugar...**
**Lo observa llorar mas no se detiene y por el contrario sus penetraciones siguen trasgrediendo su cavidad la cual penetra violentamente sin reparo alguno, sujetando con su mano de las muñecas para que deje de resistirse y la otra le sigue masturbando, en su rostro una gran sonrisa e incluso carcajada se hace presente**...se que esas lagrimas son de la felicidad que te da tener un buen macho y descuida que te tendre bien atendido...
**Si bien el menor podría suspirar aliviado de que el cuchillo se aleja de su virilidad, no lo hace. En su lugar sólo respira de una manera frenética; externando toda su frustración, su furia, su desespero. Sin embargo, al sentir la mano de él en su propio miembro, más que excitación, aquello produce resquemor, rechazo, frustración. Y, mientras es embestido por el mayor, no puede evitar, y ya sin poder contenerse, el joven rompe a llorar en ése momento. Lo hace de manera amarga. Todo. Su libertad, o lo que creyó libertad, si autonomía... los ha vuelto a perder. Ha quedado nuevamente a merced de alguien más. A disposición de los caprichos de otro noble, otro que nuevamente jugará con su cuerpo y su dignidad cada que le venga en gana.
Eso creía...**Le dice sonriendo malvadamente y sigue penetrando su miembro dentro de su ano mientras guarda el cuchillo y su mano se mueve por todo lo largo de su galo para intensificar sus caricias, con cada gesto de desprecio o dolor por parte del menor, para el rubio implica un creciente placer y extasis que no hacen mas que acresentar su rudeza**
¿Ah...? **Comienza a inquirir con incredulidad y, aún con el tormento que le estuvo dando el mayor, cierta burla. Pero es el cuchillo a escasos centímetros de su virilidad lo que lo hace desistir. Si antes se mostró retador, sardonico y reacio a pesar de la tortura; un gemido ahogado de terror es proferido por el chico. Se mantiene a la expectativa, impotente de poder realizar algún movimiento o seguir con aquella actitud impertinente. Un escalofrío recorre su columna vertebral, dejándolo petrificado ante el hecho de la amenaza de mutilación. Contiene, pese a su miedo, y forzando su voluntad a mayor de lo que ha sido capaz; el llanto, los gritos o súplicas de desespero. Con la mirada desviada, en shock, y el rostro tenso en una mueca de dureza, apretando los dientes al punto de casi dañarlos. Sin decir nada.**
No necesito que me digas nada, solo te quiero a ti..**su miembro sigue en lo suyo profanando su conducto anal, la daga sigue cortando su espalda y luego lleva el arma hacia el miembro de su victima para decirle en tono sarcástico**..seria una pena cortartelo, en lo personal prefiero tener una mujer en mi cama pero contigo estoy haciendo una excepción ahora puedo cortartelo y quedarmelo como trofeo y aun asi seguirte teniendo como mi perra o aceptas volverte mi amante, dejaras este mugriento lugar para estar conmigo creo que me lo debes después que vienes a mi casa a matarme...
