Debía admitir que la naturallidad de Nixie le encantaba: era alguien que no temía seguirle el juego, incluso siendo ella quien a veces lo sorprendiera con su picardía. —Uh... —Tras terminar de secarse el cabello, buscó con la mirada una botella de vidrio que descansaba junto con el resto de sus efectos personales; la que tomó en sus manos, llena de un líquido esmeralda, ofreciéndoselo a la chica después.
—Es un acondicionador que una herborista compuso para mí. —Explicó, aunque no entró en demasiados detalles; precaución innecesaria, pues Nixie había demostrado ser bastante comprensiva con sus secretos hasta el momento.—Tener vínculos con la naturaleza tiene sus ventajas. —Añadió, antes de por fin anudarse la toalla a la cintura y disponerse a salir del baño. —¿Vienes?
[code]ー ¿Realmente crees que es un problema? ー Cuestiono la mujer después de aquello, continuando con le juego solo se rió levemente por el comentario. ー No creo que sea una lastima, es divertido. ー Dijo mientras giro para entregarle por completo la toalla, observa como las gotas caen del esbelto y tan bien trabajado cuerpo varonil.
ー No hay de qué. ー Comento mientras solo observa como seca su cabellera dejando lo demás al aire simplemente. ー ¿Acaso usas algo especial para tu cabello? ー preguntó ya que es aún más largo que el de ella. [/code]
ーEl problema es que no estoy vestido ーexplicó, consciente de que la joven le seguía el juego; pero eso no evitaría que él siguiera mostrándose pícaro ー; y tú sí... Sería una lástima mojarte la ropa, en especial la espalda. ¿No te parece?
Si ella no sentía vergüenza por verlo desnudo, él mucho menos de mostrarse así; después de todo, si bien había crecido entre humanos, el pudor y otras convenciones de éstos habían quedado atrás cuando abrazó del todo su existencia lupina. Además, siempre había sido descarado y fresco. ーGracias, gracias. ーDijo, tomando la toalla que ella le ofrecía para comenzar por secarse el largo cabello; como si no juzgara necesario en absoluto cubrir su desnudez.
[code]ー ¿Debería? Suena a que será maravillosamente refrescante, pero yo soy el agua misma. ー Musito para ella misma sus últimos vocablos, pues bien no se había revelado quién es con exactitud. Jugueteo con sus cabello enrollándolo en sus dedos mientras se escuchaba como el agua poco a poco iba dejando de caer, señal en que el varón había terminado con la ducha.
Al escuchar su petición, sonrió de medio labio. Sin bien Nixie a pesar de tener un semblante tan suave y tímido, era todo lo contrario. ー No veo cual sea el problema de pasar de lado. ー Dijo con un tono un poco burlón entendiendo así mismo las palabras del chico, pero sin más se dispuso a tomar aquella blanca toalla y así voltear sin ningún pudor para entregarla al joven azabache. [/code]
Otro quizá se habría visto incomodado al tener compañía inesperada durante la ducha; o quizá habría tenido una reacción distinta, con indudables malas intenciones. Pero Krad, orgulloso de su cuerpo y acostumbrado a la desnudez natural de los seres vivos, se limitó a darse la vuelta para terminar de enjuagarse bajo el chorro de la regadera, mientras escuchaba los comentarios de la chica.
ーDeberías tomar una después. Ya he terminado. ー Dijo, apenas haber cerrado el grifo; de modo que su voz se oyó con toda claridad. ー ¿Serías tan amable de pasarme una toalla? Lo haría yo mismo pero, bueno, tendría que pasarte al lado; y no estoy seguro de que aún estés lista para eso. ー Añadió, en claro tono de broma.
[code]ー A decir verdad, me refería en que el océano es más grande para tomar una ducha. ー Mencionó al par en que se dio la vuelta para evitar ver al joven, sin embargo, recordó aquellos días en que el mar y ella son uno, la simple sensación de escuchar el caer de las gotas de agua sentir la cercanía de la misma la llenan de alivio.
ー Es tan refrescante tomar una ducha no importa el lugar o la compañía. ー Dijo soltando una pequeña risa, mientras se estira por la fescuea del lugar. [/code]
Curioso que siguiera duchándose como si no tuviera compañía, con toda naturalidad; aunque se le veía más curioso que otra cosa al notar que la muchacha se cubría, pero no hacía amago alguno de retirarse.
—Oh, perdona si mi cuarto de baño es pequeño. —Dijo, pecando de una ingenuidad rara en él. ¿O sería a propósito?
