Koujaku

Personalidad
Koujaku ha demostrado ser un hombre muy compasivo, pero de carácter fuerte. También suele ser amable con quienes le rodean, siendo las únicas excepciones Mink y Noiz. Koujaku es compasivo y de voluntad resistente, pero tiende a preocuparse demasiado por sus seres queridos y a menudo se deja provocar de una manera muy fácil —casi rozando lo infantil—, principalmente por Noiz, quienes parecen odiarse mutuamente. Disfruta visitar la casa de Aoba y adora comer la comida casera de Tae, elogiándola cada vez que puede. Aunque es gentil, Koujaku carga con una gran ira en su interior y siente un profundo odio hacia sí mismo desde el día que accidentalmente asesinó a su madre. Hace todo lo posible para ocultar ese lado de él, siendo positivo y estando cerca de Aoba la mayor parte del tiempo posible para olvidarse del dolor.

Koujaku es muy popular entre las chicas y coquetea con ellas cada vez que tiene la oportunidad, incluso invitándolas a su casa, lo que disgusta y descontenta a Aoba. Sin embargo, en su final bueno, Koujaku detiene esto después de darse cuenta de que estaba verdaderamente enamorado de Aoba. Aunque es un conquistador y tiene absolutamente cero problemas en hablar con las mujeres, Koujaku se vuelve increíblemente nervioso cuando se trata de confesarle su amor a Aoba. Ambos comparten un silencio incómodo y conversaciones cortas, Koujaku se va por las ramas, mientras que Aoba trata de entender lo que este está pensando. Koujaku se sonroja intensamente mientras que no puede emitir palabra alguna; algo irónico para alguien que coquetea mucho.

Koujaku afirma que todavía le gustan las chicas, tanto en juego como en el especial de día de los inocentes, pero nunca ha sentido nada parecido a lo que siente por Aoba (la sensación era tan fuerte que afirma no poder acabar con ella, no importaba lo mucho que lo intentase). Simplemente podría ser que Aoba es el único hombre por el que Koujaku guarda sentimientos de amor.




Apariencia

Koujaku es el segundo personaje principal más alto, justo por detrás de Mink, quien es una pulgada mayor. Es de ascendencia japonesa y su piel es de un leve color tostado. Se le conoce por ser apuesto y con una gran masa muscular, la cual se puede ver a simple vista a través de sus vendas y kimono. Su cabello es de un color azul oscuro y corto, picado en la parte superior y largo en la parte inferior, llegando un poco más allá que sus pectorales, al igual que el de Aoba. Unos mechones gruesos de cabello cubren el lado derecho de su rostro y el resto lo mantiene recogido en una cola de caballo. También lleva como adorno una horquilla roja para el cabello que solía pertenecer a su madre.[4] Sus ojos son rojos oscuros, lo cual sorprende bastante cuando alguien ve hacia su cara.

Koujaku es conocido por siempre vestir un llamativo kimono rojo con diseños y decoraciones de hojas azules, flores y aves, junto con un obi dorado. Porta brazaletes negros con sandalias a juego y pulseras blancas en cada muñeca. Debajo de su kimono viste un par de vaqueros negros, la única pieza de ropa moderna que choca con su traje tradicional. En su cuerpo lleva un sarashi (la venda alrededor de su abdomen) y otras vendas alrededor de sus antebrazos, pantorrillas y pies. Casi siempre es visto llevando una gran espada con él.


Los tatuajes en la espalda de Koujaku.

Desde su regreso a Midorijima, todo el cuerpo de Koujaku ha estado cubierto de cicatrices que van de todos los tamaños, las más notables están en sus manos y en su nariz. Alrededor del 85% del cuerpo de Koujaku está cubierto de tatuajes grandes y detallados. Tiene dos conjuntos: el primero esta compuesto por numerosas marcas negras de un intrincado patrón con dos símbolos kanji en su hombro y por debajo de la rodilla. Van desde el lado derecho de su cuello, pecho, muslo, pantorrilla y tobillo. El segundo es el tatuaje más importante y está presente en su espalda. Retrata unas hermosas y detalladas flores de loto que van desde la parte superior de la espalda a la derecha hasta por encima de su coxis.


El tatuaje de Koujaku en el lado derecho de su rostro.

Cuando koujaku tira hacia atrás el cabello de su rostro, se revela que intencionalmente utilizaba el cabello de tal manera para ocultar otro tatuaje, una pequeña marca negra la cual estaba dibujada en un lado de la cara, extendiéndose de su rostro hasta el fondo de la nariz. En la ruta de Koujaku, antes de afrontar a Ryūhō en la torre Oval, sus tatuajes empiezan a ejercer control sobre él a causa de su ira, cambiando su aspecto ligeramente. Su kimono queda desgarrado, cayendo por los costados y revelando completamente su torso, y la extensión de sus tatuajes "florece" en él. Su cabello se despeina y se desata, comenzando a tomar una tonalidad roja desde abajo hacia arriba. El rojo de sus ojos se profundiza y sus uñas se convierten en garras.


Koujaku en su forma de bestia.

Cegado de ira y sediento de venganza, Koujaku deja escapar gruñidos y gritos fuertes, tal como una bestia. Incluso después de matar a Ryuuhou, el estado de Koujaku no cambia y aparentemente se vuelve peor cuando ataca a Aoba, incapaz de reconocerlo. En su final malo, Koujaku es completamente consumido por sus tatuajes. Las flores de loto ahora florecen por casi todo su torso y su cabello es de un color rojo sangre. En sus ojos, sus escleróticas también son de color rojo, mientras que sus iris son de un tinte amarillo brillante. Sus dientes son mucho más puntiagudos, casi colmillos, y tiene largas garras en sus manos. No lleva su kimono, sino más bien una bata blanca como prenda en su lugar. Al igual que en su forma anterior, el manto cae a los lados dejando al descubierto su torso. Koujaku ha perdido la capacidad de hablar correctamente, la saliva gotea de su boca con frecuencia y se encuentra en un constante estado de ira debido al Scrap fallido de Aoba.

Historia

Koujaku y Aoba en su infancia.

Koujaku ha sido amigo de Aoba desde que ambos eran niños, aunque no estuvieron juntos por mucho tiempo. Ambos se conocieron cuando Aoba estaba siendo intimidado por otros niños por tener cabello largo, ante lo cual Koujaku saltó en su defensa, inicialmente confundiéndolo con una niña. Su madre y la abuela de Aoba pronto se hicieron amigas, por lo que Koujaku y Aoba también comenzaron a pasar más tiempo juntos. Sin embargo, algún tiempo después Koujaku y su madre abandonaron Midorijima, un hecho que fue un golpe duro para Aoba.

Koujaku y su madre regresaron a su ciudad natal, donde residía su padre. El padre de Koujaku era el líder de un grupo yakuza, de quien su madre era su amante y debido a la esposa de este era estéril, convocó a su amante e hijo ilegítimo puesto que necesitaba un heredero. Cuando era un adolescente (presumiblemente alrededor de catorce o quince años de edad) Koujaku conoció a Ryūhō, un tatuador. Posteriormente, su padre le forzó a a ser sometido a un proceso de tatuaje, a pesar de las protestas de Koujaku. Ryūhō quería probar un nuevo método de control humano para Toue a través de sus tatuajes y felizmente lo llevó a cabo en el propio Koujaku. Después de un largo y doloroso proceso, Ryūhō le advirtió a Koujaku que nunca debería enojarse demasiado y aprendiera a mantener su temperamento bajo control para luego "no arrepentirse". Sin embargo, más adelante, Koujaku perdió el control debido a sus tatuajes y masacró a los miembros de la organización, también hiriendo de gravedad a su madre, quien moriría poco después.


Ryūhō tatuando a un joven Koujaku, utilizando el método Tebori.

Al volver en sí y darse cuenta de lo que había hecho, Koujaku no pudo perdonarse a sí mismo y decidió suicidarse usando la misma espada. Sin embargo, recordó a Aoba y su sonrisa, lo que le impidió quitarse la vida.[3] Queriendo verlo de nuevo y alejarse de sus pecados, Koujaku decidió regresar a Midorijima. Al comienzo, le preocupaba volver a ver a Aoba después de tanto tiempo, pero pronto sus dudas desaparecieron. Al encontrarse con Aoba, se jactó de lo lindo que solía ser cuando niño y le sorprendió ver cuanto había crecido.

De nuevo en la isla, Koujaku comenzó a trabajar como peluquero independiente. Es muy popular en su oficio y no toma reservas, lo que hace que las mujeres a menudo peleen sobre el turno.