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─Ha sido un día largo y agotador...- Apenas pudo sentarse se relajó, lucía extremadamente agotado. Le encantaria socializar un poco, pero le da pereza levantarse del sofá. Lo bueno es que tiene una hermosa vista al bosque desde allí en el balcón.
 
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XioFeiling · M
—Aunque su pregunta de evadida, no deseó insistir en ella, volviendo a llevar la fruta a sus labios para comer un poco, antes de sentir un escalofrío recorrerle por el cuerpo como un choque eléctrico al darse cuenta de aquella mirada.—

B-bueno... Sabes que en el lago hay...hay pescados, aunque son de agua dulce~

—Musitó con cierta torpeza pues le había privado del pensamiento por un momento, antes de volver a fluir como el agua y sacudir ligeramente la cabeza.—
—Era una broma. No como mucha verdura o fruta, lo hago más bien por mero gusto, prefiero realmente comer algas del mar o pescado. Son realmente una delicia con la sal del mar. - Se sonrió, le hechó una miradita al menor digna de un depredador. Una que a cualquiera le erizaria el cabello. Mínimo a un omega le dispararía una señal de alerta. —Voy a disfrutar mucho de tú regalo Xian Fei, hace bastante que no me devoro una buena fruta. Vengo del alta mar ¿no te habia dicho? Y en el santuario de las bestias o en el de agua no hay frutas, los niños las comen muy rápido.-
XioFeiling · M
Puedes tomar lo que quieras de ella, no te debes preocupar por eso, Koū~

—Agregó con la dulce sonrisa en sus labios, antes de llevar el fruto a estos y dar un mordisco, comiendo tranquilamente, observandolo fijo antes de pasar el bocado para hablar.—

Te notas distinto... Ha sucedido algo ¿No es así?~

—Esos pequeños detalles no le pasaron por alto, gustaba de su inexpresivo rostro, de su voz serena, pero a la par estaba gustoso de verlo así, más ¿Animado? Eso parecía a pesar de notarlo cansado.—
—Todos los frutos que has traido se ven realmen bien Fei. - Tomó el durazno que le ofreció , primero lo olió y luego le dió un mordisco. Vaya que sabía delicioso, tal y como dijo el menor estaban dulces y jugosos.
—Vaya Fei, realmente son exquisitos. Voy a entrar a tú huerta a llevarme tú cosecha.- Bromeó el dragón en un aire relajado y por demás despreocupado. Hoy está raro. Esta super expresivo con sus palabras. Pero sobre todo se lo nota fuera de su metódica rutina. La ha roto.
XioFeiling · M
¿En verdad? A mí me encantan los duraznos también~
Traje bastantes en realidad.

—Apartó algunas de las frutas, mostrando el fondo de la cesta con muchos duraznos frescos, tomando un par para darle uno de ellos y quedarse el otro.—

Son muy dulces y jugosos, seguro que van a gustarte mucho~
—La verdad con que me traigas unos duraznos, damascos o misperos estoy feliz. También me agrada comer dátiles.- Habla de los pequeños frutos naranjas de las palmeras altas.
—Son mis frutos favoritos.-
XioFeiling · M
Bueno... Sería un pésimo guardián de la vida si no supiera cultivar mis propios alimentos~

—Murmuraba en su intento de ser gracioso, riendo un poco por su humor tan tonto pero bien intencionado.
No tardó en aceptar la invitación al asentir suavemente, realmente lo había esperado y, aunque sabía que estaba agotado, sólo poder estar ahí con él ya era especial.—

No sé cuáles sean tus favoritas, así que traje de todo un poco~
Se acomodó de inmediato para poder ver de mejor manera la cesta, casi ladeó la cabeza mostrando esa expresión tan serena de su parte.
—Que bien se ven, tienes muy buena mano con esta clase de cosas ¿no? Yo en cambio, lo que hecho en la tierra muere. - Hizo una mueca casi de pena por que él no tenía ese Don.
—¿Quieres quedarte a comer lo que trajiste conmigo?- Abiertamente lo invitó ¿Por que no? No le ve el problema a eso.
—De paso me cuentas como te ha ido hoy.-
XioFeiling · M
—Al escuchar su voz, sonrió ampliamente y, finalmente, ingresó con calma, acercándose hasta el contrario. Sus mejillas no tardaron en sonrojarse al verlo así, era imposible negar cuánto le gustaba ese dragón y ya no podía decir que sólo era por el celo pues esté había pasado hace un día.
Sonriendo, tomó asiento a los pies del sofá, mostrándole la cestita que llevó para él.—

Te traje un regalo, Koū~
Espero te guste, son algunas frutas de los árboles en mi hogar y de mi huerto, también un poco de té de jazmín~
—Pasa estoy... Estoy aquí. - La entrada de su balcón a su hogar estaba abierta. Seiryū se hizo algo muy lujoso dentro de la cueva que él eligió. Estaba sentado sobre el sofa, casi acostado, bastante despeinado y con los ropajes Casi abiertos. Notoriamente desarreglado. Aunque tiene un aire demásiado sexy por alguna extraña razón.
—Hey Fei, que bello ver esa hermosa carita para alegrar mi día.-

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