—Gracias, se ve que investigaste perfectamente bien acerca de mi, mi padre adoptivo me entreno demasiado bien, así que descuida, me imagino que tú ex compañera fue muy fuerte.
Prendiendo su cigarrillo, le da una buena bocanada para probar a que sabe la marca de cigarros que fuma su nuevo jefe, a lo cual, saca de su saco rojo un teléfono móvil cuya App le manda información acerca de su acompañante, toda información anónima gracias a la red TOR, arqueando la ceja ve tiene a alguien muy interesante.
— La paga es lo que menos debería preocuparte, entiendo bien que no tienes muchos límites y tienes potencial arcano ¿No? En la última gran batalla perdí a mi compañera de arsenal, y podría sin duda utilizar a alguien con habilidades de esa índole. —Así mismo ofrecía uno de aquellos cigarrillos, mientras uno de estos se quemaba entre sus propios labios.
—Si me pagas bien, ten por seguro que dejaré un sendero de sangre de muerte a mi paso; solo dime a quien hay que eliminar y lo hago. —Acomodando su saco rojo, mientras esboza una sonrisa levemente visible al oír que le darán su vicio. Cigarros. —
