Bien... disfrutemos de este momento entonces, dure lo que tenga que durar -besa sus labios y luego besa la frente de su pequeño, sonriendo emocionado por lo que habría en su camino-

Respondió ese beso, inclinándose hacía él y abrazándolo con cuidado, había sensaciones tan contradictorias dentro suyo, pero imperaba una inmensa felicidad, era la primera vez en tanto tiempo que creía poder ser dichoso -Si quiero... Son todo lo que quiero...-

Kaled... -la respuesta que le habia dado fue mas de lo que esperaba, mordiendose el labio inferior y asintiendo en lo que sonreia con amplitud- Podemos... si quieres... podemos... -se voltea y besa sus labios poniendose de puntillas, agitando su cola de incubo y disfrutando de sonreir emocionado-

Esa pregunta le hizo quedarse en silencio por unos segundos, mientras admiraba el rostro de su bebé, no podía evitar sentirse ansioso por el futuro, le angustiaba lo que podría pasar y el hecho de que podría ser un pésimo padre, pero por más miedo que tuviera huir no era una opción en su cabeza, ni por un segundo lo estaba considerando -No lo sé... Pero quiero estar aquí, con ustedes, intentarlo de verdad...- Estrechó a Kiria contra si, aún no se atrevía a tocar al pequeño pero no tenía deseos de separarse de ninguno -Quiero estar contigo también, como debe ser... ¿Podemos ser una familia?-

Estas listo... para todo esto...? -pregunta sonriendo suavemente, cargando al pequeño en brazos y disfrutando de tenerlo consigo en ese momento, junto a su cuerpo y su pequeño-

Con todo el cuidado del que era capaz se deslizó a un lado de su adorado incubo, pasando un brazo al rededor de su cintura y recargando cabeza en la ajena, estaba embelesado con esa pequeña criatura -... Nuestro bebé...- Musitó quedamente, como si no quisiera importunar al recién nacido con el sonido de su voz.