- Y-yo, ... m-me equivoqué. -Apenas dijo con ésa voz apagada, triste y susurrante. Tomoko no era capaz de hablar más de lo que en su mente se maquila, pues ésa horrible fobia social nunca le permite hablar o acercarse a la gente que le rodea.-
*Tomoko dejó escapar un pesado y melancólico suspiro, volviendo ahora a su solitaria vida de chica antisocial.-
-la ve acercarse curioso pero toma la toalla, agradeciendole con un suave movimiento de cabeza, colgando la toalla mas cerca de donde el estaba- Gracias a ti~ solo espero no haberla molestado -sonriendo de lado en todo momento, saliendo del baño y secandose para luego envolverse la toalla en la cintura-
- H-hai.-Ése joven no es el clásico patán presumido, pese a la galanura y el bello rostro que puede presumir, es amable y muy caballeroso. Agradecida por aquel detalle, Tomoko sujetó una larga toalla que yace colgada, luego se la acercó al caballero siempre desviando su mirada, atendiendo a la necesidad del muchacho, después se giró por completo dándole la espalda para que el joven prosiga con su aseo personal.- -A-ar-ri-gatou.
- Y-yo ... l-lo -Tragó saliva y un notorio temblor se presentó en ella.-L-lo siento. -Tartamudea sin ser capaz de hablar con fluidez, es claro que se había equivocado de sitio, había entrado al baño de caballeros, más no en de damas.-
*Tomoko no sabía qué hacer o decir, estaba impactada por aquella timidez. Sólo permaneció con la mirada abajo y con ése flequillo oscuro cubriéndole el rostro.-
