-ronroneaba nuevamente encantado de aquel toque, abriendo los ojos para cruzar miradas - Lo hace creeme~ si esperas poco de algo, o te sorprende placenteramente o simplemente ya estabas preparado~

-Llevó ambas manos hacia el cabello ajeno, acariciando este con delicadeza, tras ello bajó hacia sus mejillas, sintiendo la suavidad de su piel mientras lo miraba como si fuera la cosa más curiosa del mundo- Supongo que eso hace siempre las cosas más fáciles.

No tengo la costumbre de acostumbrarme a algo~ asi que no se preocupe por ello. Para mi, todo es pasajero~ solo que a veces demora mas y otras menos -el toque le agradaba bastante, la suavidad de este llevando al incubo a relajarse bastante-

Soltó una risa que oscilaba entre lo burlón y la ironía, si bien era cierto que en ese momento estaba siendo bastante suave lo usual era todo lo contrario -No te acostumbres a ello- Dijo, tal vez a modo de advertencia.

No lo somos tanto~ pero tenemos habilidades curiosas, eso si~ -un suave suspiro que daba paso a su relajacion procede tras aquel suave toque entre sus cabellos, manteniendo sus ojos cerrados y tomando la muñeca ajena con la mano- Tiene un toque muy suave~

-Vaya que son extraños los de tu raza, yo solo puedo convertirme en zorro- No perdió detalle alguno de ese curioso sonido que emergía del contrario cuando sus dedos pasaron por su cabello y cuando estos mismos comenzaron a colorearse de aquella rojiza tonalidad aprovechó que se había recargado en su mano para meterlos entre las suaves hebras -Si... definitivamente el rojo te queda bien- Su esponjosa cola zorruna se movió suavemente de lado a lado.

Cada parte de mi cuerpo puede ser cambiada a voluntad~ -se sorprende un poco de como responde a su ronroneo, haciendolo aun mas alto mientras reposaba la cabeza sobre la mano que le acariciaba. Sus ojos se elevan a los ajenos, cerrandolos por un segundo antes de que su cabello lentamente se tornara rojo oscuro justo frente a la mirada del zorro- Ves?~

-¿Puedes cambiar tu apariencia a voluntad?- Ese hecho le llamó la atención, pero apenas escuchó el ronroneo emitido por el menor sus orejas se movieron enseguida, claramente el sonido le había llamado la atención y no tardó en repetir la acción, pero esta vez tocando más su cabello que el adorno o sus cuernos -Enséñame-

Lo soy, quieres que te muestre? -regunta viendo aquella mano acercandose, solo cerrando los ojos una vez la mano contraria llega a uno de sus cuernos para tocar el adorno en este, ronroneando bajo cuando el toque roza por accidente sus cabellos-

-¿Así que eres pelirrojo?- Está tratando de imaginárselo aunque sin mucho éxito, extiende su mano hacia el adorno rozando con sus uñas esos colgantes así como algunas hebras de su cabello.