Como lo supuso, la criatura le estaba causando daño, no penso fuera asi siendo Kiria un demonio. Su preocupación era evidente, pero había cierto enfado por lo que le estaba provocando, por lo visto la situación era delicada y los humanos completos inútiles, si los llamaba se tomarían su tiempo para alistar todo ademas no estarían preparados para lo que verían dentro, asi que penso que era momento de intervenir. —No te preocupes... Lo sacare justo ahora, si lo dejamos por mas tiempo podría...— No tuvo el valor de acabar la frase. Lo acomodo a modo de que su vientre quedara hacia arriba, lo descubrió, viendo con mayor claridad como la criatura empujaba su vientre como si quisiera salir. Acerco su dedo índice yva voluntad la uña se a largo, serviría como un bisturí, no había diferencia en hacer la incisión en ese mismo lugar que en la sala de operaciones, también agradecía fuera un demonio por lo que la sanación sería rapido. —Esto te dolerá un poco.—