-Estuvo esperando mucho tiempo para no interrumpir la visita. Además que necesitaba dejarlo descansar. Cuando al fin consideró que era prudente, Ezra se materealizó entre las sombras del cuarto, sacudiendo sus alas que estaban cerradas, así que al caminar las arrastraba.- ¿Sabes lo mucho que me alteré cuando tuve que venir hacia ti porque presentía tu muerte? -Habló serio y pausado, sus ojos azules destellaban con inquietud. Siendo una potestad, entendía que nada bueno estaba ocurriendo si sus servicios eran requeridos. Emitió un suspiro largo y pesado, verlo en esas condiciones le provocaba tristeza. Se acercó a la mesa donde reposaban los hermosos ramos florales y sonrió levemente.- Muchos estamos preocupados por ti, Kiria...

-Se llevó una mano a la nuca y lo observó atentamente, nunca lo había visto así, conocía su energía y no observar esa sonrisa burlona de siempre en su rostro le hacía saber que de verdad la situación era grave. Extendió la mano y la colocó sobre el hombro del