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KintokiSakata · M
— ¡HAHAHAHA! —
Se escuchó una escandalosa risa cuando de repente sólo existió resplandeciente luz que brilló en un pilar luminoso, notándose como poco a poco comenzó a amanecer y por ende seguro los demonios no aparecerían más. Fue en ese momento e instante que habiendo dejado no más que cenizas en los alrededores, aquel varón dio varias palmaditas a sus pantalones, mientras el hacha que convocó se desaparecía en destellos dorados sobre el cráneo de uno de los demonios.
Escuchó sin embargo las alarmas de la ciudad pues todo había pasado muy pronto, de seguro las autoridades pronto vendrían y era tiempo de escapar, por ende tomó a su adorada Taicho de la muñeca y le dijo.
— ¡Vamos! Confía en mí y todo será GOLDEN. —
Y si ella fuese a seguirle, notaría que al fondo del callejón estaba la famosa y hermosa motocicleta del chico, llamada Golden Bear. Fue así que se subió y le dio algunas palmadas al asiento para que ella también se sentara, y entonces sus dedos encendieron la
Se escuchó una escandalosa risa cuando de repente sólo existió resplandeciente luz que brilló en un pilar luminoso, notándose como poco a poco comenzó a amanecer y por ende seguro los demonios no aparecerían más. Fue en ese momento e instante que habiendo dejado no más que cenizas en los alrededores, aquel varón dio varias palmaditas a sus pantalones, mientras el hacha que convocó se desaparecía en destellos dorados sobre el cráneo de uno de los demonios.
Escuchó sin embargo las alarmas de la ciudad pues todo había pasado muy pronto, de seguro las autoridades pronto vendrían y era tiempo de escapar, por ende tomó a su adorada Taicho de la muñeca y le dijo.
— ¡Vamos! Confía en mí y todo será GOLDEN. —
Y si ella fuese a seguirle, notaría que al fondo del callejón estaba la famosa y hermosa motocicleta del chico, llamada Golden Bear. Fue así que se subió y le dio algunas palmadas al asiento para que ella también se sentara, y entonces sus dedos encendieron la
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