*Aquellos orbes carmesí se desviaron a ver a la mujer demonio, no pudo evitar sonreír ante ambos comentarios, pues si bien se le consideraba uno de los principales jerarcas entre las leyes del mundo infernal, y capaz de equipararse quizás al rey demoníaco, y aunque no lo exteriorizara, controlar aquel diminuto mundo no sonaba para nada mal, pero poco a nada le interesaba aquella estirpe que lo habitaba *….Lo se mi dama oscura, y el tiempo será compensado, pues como ya he dicho, la eternidad es el tiempo que nos queda

— Igual no desesperes, mi rey. Sabemos lo evidente de la situación mejor que otros seres empezando con tu despertar. Sólo es cuestión de esperar, quizás antes que aparezcan; tú ya lo hayas dominado todo. —Su sonrisa se pronunció mientras aún sostenía su brazo, sus dedos se presionaron más donde se mantenía agarrada para halarlo hacía ella, murmurandole con su voz terciopelada— Además ante tu comentario con los humanos, te recuerdo quien no está durmiendo últimamente en la alcoba para admirar cada parte de mi... Así que espero con creces que logres recompensar tu ausencia hacia "ellos". ~

*Sonrió al verla y bajo un poco la cabeza cerrando ambos parpados sumiendo en la oscuridad su visión por un par de segundos en los cuales movió su rostro de diestra a siniestra un par de veces a manera de negación para luego regresar la atención a su amada al llegar a su brazo, abriendo sus irises para verle *….Sera un desperdicio que los humanos cuenten con tu presencia, lastimosamente solo fue un callejón sin salida, aunque arrojo un par de nombres antes de sucumbir ante sus propios terrores…*Agrego con total parsimonia, parecían dos seres corrientes que compartían de una caminata como pareja, las gélidas corrientes de aire que rodeaban aquel país llegaban a los azabaches cabellos del hombre agitando un poco y descubriendo sus irises para permitir ver el carmesí de los mismos*….Pero es suficiente por hoy, nuestro tiempo es eterno, seguro más tarde que temprano los demás reyes arribaran

La mujer decidió esperar en una terraza de una de las cafeterías más transitada de Francia, en ocasiones las esperas se le hacia larga por lo que aprovechaba los momentos en disfrutar de los servicios de los humanos: alzó por un momento su muñeca donde su muñeca estaba decorada por un reloj de oro blanco; sus ojos carmesí observaron las manecillas pero antes de poder tener conocimientos de la hora, la presencia de su amado se hizo presente, no pudiendo evitar que una sonrisa se marcará entre sus labios. No tuvo que esperar demasiado para tenerlo cerca— has tardado un poco... Espero hayas encontrado alguna pista para compensar mi tiempo entre los mortales, haha. ~—Diría al levantarse de su asiento mientras su diestra se encaminó a su brazo del que dispondría para sostenerse como la pareja que eran.

*No era lo que esperaban, al parecer aquellos seres que podían igualar las capacidades o habilidad de aquellos impregnados por la oscuridad no se hallaban en aquella ciudad, mas sin embargo había encontrado un ligero vestigio, una pista a la cual debería continuar indagando, la esencia de aquella dama la podía notar de inmediato, era una presencia bestial, pues su ascendencia podía decirse es la escala más grande en la realeza oscura, sonrió de medio labio ladinamente pues sabía que su compañera podía ser incluso más aterradora que el mismo, pero esa quizás era la razón que más lo unía, camino hacia la locación ajena con tranquilidad, aunque su mente maquinaba todo el tiempo sobre su despertar en aquellos tiempos que aparentaban una efímera paz *

Como era de esperar la albina hacía su vida como de costumbre cuando se mezclaba entre los humanos; parecía divertirle ciertos comportamientos que pasaba la línea de los pecados capitales y que era recogido en la biblia. Sin embargo, hoy la tarde sería diferente, tenía una misión con su cónyuge que les tenía preocupados en querer dar con las respuestas, por ello, ella lo esperaría en algún lugar del centro donde pudiese rastrear su presencia—

*Fue una mirada de decepción, creía haber encontrado alguien que pudiese entretener sus ansias de batallar, luego de cientos de años en un encierro aun posee un poder que incluso es desconocido para si mismo *......Quizás, es el destino de los 8 grandes....*Exclamo mientras se alejaba de aquel claro alejado de la ciudad, regresando al centro de aquella ciudad donde se hospedaba *