Piedra por las venas fluyen en nuestros cortos y recios cuerpos. Esculpidos en la dura roca de la que nuestro padre moldeó a la noble raza de los naugrims. Siete casas, siete señores enanos, una gran familia de leales hermanos, eterna fidelidad prometida en nuestro orgullo, inquebrantable palabra de enano.
Contundente khuzdul que escucharemos en nuestros hogares bajo la roca, solemne voz del antiguo pasado que con recelo guardamos del extraño. Maestros herreros en la profunda forja, resistentes mineros, incansables en nuestro amado trabajo y letales guerreros en la batalla. Una raza,