KiaraVymer

Nombre: Kiara Vymer
Alias: Blackbird
Su cuna se vió rodeada de lujos, no precisamente por lo que sus padres pudieran tenerlo todo, en realidad era por lo que obtenían.
Sus padres; Sarah Jones y Richter D. Vymer lideraron una pandilla de ladrones durante muchos años, misma que con el tiempo se dividió debido a disputas entre sus miembros por botines y el control dando lugar a otros grupos de ladrones. Sarah y Richter fundaron la pandilla bajo el principio de obtener de vuelta lo que les pertenecía y habían perdido bajo el yugo de los nobles, no obstante el verdadero objetivo se fue distorsionando hasta ser lo que es ahora.
Fue hasta que Sarah descubre estar embarazada que Richter decide que ella debe permanecer en el campamento y no arriesgarse.

Los meses pasaron fugaces, todo estaba listo y el anhelado momento llegó.
El nacimiento de Kiara no detuvo a la pandilla y conforme la niña creció se le enseñó también que algún día iba a liderar.

Kiara resultó ser una aprendiz nata, siguió los pasos de sus padres hasta su adolescencia pero nadie le enseñó que había tesoros que nunca debía tocar.
Joven y aventurera, escuchaba las leyendas que los ancianos contaban, tesoros nunca antes encontrados, tesoros prohibidos que conceden deseos o respuestas al mundo. Por supuesto que ella quería algo así…¡Ella lo encontraría!, ¡Ella sería la primera!.


"Dicen que mucho tiempo atrás, antes de que el hombre pisara la tierra está era gobernada por grandes sabios. Todas las criaturas recurrían a ellos en busca de respuestas pero solo unos cuantos fueron bendecidos con la oportunidad de saber la verdad, se dice que estos son los viejos magos que se han recluido del mundo en espera de ser llamados por los grandes sabios".

Creía y temía a esas historias porque sus padres habían vivido tanto, le habían contado aventuras que ella misma anhelaba ver con sus propios ojos. Criaturas, gigantes…el temor no iba a detenerla.
Fue así que tras cumplir sus veinte años de edad decidió embarcarse a una aventura por su cuenta. Tarde o temprano las aves abandonan el nido y sus padres comprendieron apoyando sus deseos, ellos fueron así en algún momento.

Entre nigromantes y brujas por fin pudo obtener el secreto, tras robar para otros y pagar tantas monedas de oro como le fue posible conseguir le fue proporcionada una ubicación.
Ella era ignorante de que ese descubrimiento, cambiaría su vida por completo.

Una hermosa reliquia se encontraba en lo más profundo de una cueva. Dentro de una bola de cristal se encontraba un corazón aún latiendo rodeado de espinas, sin leer la advertencia lo tomo con su mano izquierda la cual al instante fue cubierta por un punzante dolor, las espinas botaron desde el interior rompiendo su piel y una voz gutural resonó en la cueva.
"¡INDIGNA!"

La cueva se sacudió.
— La curiosidad que guardas no es buena, harás cosas terribles con el don. La oscuridad de la ambición que hay en tu corazón va a carcomer tu interior hasta convertirte en una bestia. Harás menos daño de esa manera que adquiriendo respuestas. —

Perdió el conocimiento, despertó en las afueras de un pueblo y su mano llena de cicatrices quemaba, comenzaba a cambiar.
Fue una hechicera quien le ayudó a mantener al margen la maldición, avanzaría lentamente más no había una manera de detenerla. Debía encontrar una manera de llegar a las reliquias ahora que sabía de su existencia, obtener respuestas y descubrir la manera de deshacerse de la maldición o acabaría siendo una bestia sin razón ni corazón.