— Seré una chica buena y te daré algo comestible y delicioso.

Su tono de voz cambió a uno más coqueto. Alzó una ceja mientras tanto. ¿Qué más daba? Aunque estaba en la silla de enfrente estiró la pierna un poco para dejar una caricia muy suave y efímera sobre la pierna del varón, por la parte inferior con el empeine del pie.

— ¿Qué cerveza llevarás?

— He probado la comida Coreana, dicen que el picante es parecido, sin embargo... Ustedes los mexicanos son... Exagerados —

Claro que ya había sido "victima" de el conocido "no pica" por eso mismo advertía antes de siquiera comer algo.

—Bien, puede ser algo sencillo, yo llevo la cerveza. —

— Voy a medir el picante para que te pueda gustar.

Le dedicó una amplia sonrisa. Dejó ver su blanca dentadura y esos encantadores hoyuelos de sus mejillas, la pregunta de Nanami tuvo su respuesta, pero quería ratificar.

— Por supuesto que cocinaré para ti.

— Si incorpora el ajo y cosas fritas, estaré interesado. Solamente nada muy dulce o muy picante. —

Notó cómo parecía ella relajarse y mostrar interés, no podía dejar que la plática fuera en un solo sentido, aquello no era un interrogatorio. — Si se diera la oportunidad. ¿Cocinarías algo para mí? — Directo y sin rodeos, una proposición de volverse a ver y comorartir tiempo juntos.

— ¿Has probado la comida Mexicana alguna vez, Nanami?

Se acomodó bien sobre su asiento. Echó la melena castaña hacia atrás mientras le seguía observando. Ahora mismo iba conociendo sus reacciones respecto a cosas, así que iría actuando conforme estas. Le agradaba demasiado a la vista, además su personalidad parecía ponerla demasiado interesada en él.

Exhaló con cierto cansancio, nunca ha sido afín a qué lo toquen o estén en su espacio personal — Cocinar y leer. Soy bastante original en cuanto a pasatiempos cuando llego tener un poco de tiempo libre me gusta experimentar en la cocina —

Alzó una ceja ante el agarre a su muñeca. La fuerza que había usado simplemente le había hecho suspirar. Terminó mordiendo sus labios internamente.

— ¿Algún hobbie? ¿Algo que hagas después de ser un oficinista tan...serio?

— Ah?..— casi de inmediato le tomó de la muñeca, pero le soltó lentamente, por un momento pensó que le iba a dar un golpe o algo. El mismo acomodó su cabello y suspiró, necesitaría más alcohol para pasar el rato.

— Sí... Godín japonés.

— Y entonces, Godín japonés es tu ocupación ¿verdad?

Le acomodó una hebra de ese cabello dorado, Nanami parecía del tipo al que no le gustaba que lo tocaran, pero romper una regla no le haría mal, ¿no?

|| Pero no hay pedo, lo hago por el carnal ya luego debemos huir de las fujoshis y del yaoi.