(cont) ... Se podía ver un pasillo medianamente largo y solamente tres puertas, la de emergencia y dos puertas de cada habitación respectivamente. Dos habitaciones solamente para ese piso...sin duda significaba que detrás de cada puerta iba a haber una suite bastante grande. Caminó delante de ella para detenerse en la puerta de la derecha "24A". Pasó la tarjeta y la puerta se abrió.
— Usualmente no diría esto pero. Confío en que no harás fiestas o cualquier tipo de destrozo. Dicho eso. Bienvenida. —
Le dejó entrar primero, las luces se encendían poco a poco, las cortinas se abrían dejando ver Tokio de noche.
La suite era peculiar, una combinación de modernismo y luces en tonos cálidos.
Después de varios minutos de plática en el lobby, él recibió un par de llaves y se dirigió a ella.
— Bien. Aira, si alguien pregunta, eres mi hermana menor, estás de viaje y por la muerte de nuestros padres yo me hago cargo de ti. —
Le entregaría una llave electrónica, así cómo el control de la TV de la habitación.
— Ven te enseñaré cómo entrar—
Su expresión facial era bastante tranquila, sin embargo seria, caminó con ella hasta el elevador, picó el botón y las puertas se abrieron.
— Hmm...no te pregunté si tenías miedo a las alturas. —
Como si nada esbozó una pequeña sonrisa cuando presionó el botón 24 y luego pasó la tarjeta. Las puertas se cerraron y comenzaron a subir.
— Tengo la habitación rentada por un año completo, así que el dinero ya fue gastado, mejor que alguien la use. — Con notorio cansancio se quitó sus gafas y masajeó levemente su entrecejo.
Antes de que pudieran decir algo más, las puertas del elevador se abrieron de par en par y solamente
٬ ✧ | -Sus mejillas se pintaron de un tono rosado ante las palabras de preocupación del contrario, pese a no conocerle nada tenía un bonito gesto de querer ayudarle con si situación, aunque mucho no tenía que darle a cambio, más que alguno que otro conocimiento de su tierra natal.-
Usted es un hombre muy amable, señor Nanami. -Musitó en ese tono penoso y bajo mientras se acomodaba alado del más alto, intentando buscar su mirada pero era imposible por ese gesto compasivo, sin embargo no podía quedarse callada todo el transcurso, así que intentó buscar un tema tonto de conversación.- Mi... mi mentor me enseñó que cuando das algo a cambio se te devuelve por tres. Si das cosas buenas recibirás más cosas buenas, no ahora, no mañana, pronto.
-Se mantuvo más relajada con la charla, aunque mediante fue adentrándose al hotel, su atención se fijó en los lujos que este tenía para ofrecer.- |
-Al pesar de estar caminando un poco más adelante que ella, si le estaba escuchando. Por lo que la espero para ir casi a la par.-
Soy japonés, individualista y no me meto en los asuntos de los demás. Sin embargo no me parece muy ético dejar que una chica duerma en el parque como si fuese un alcohólico. No me importa que digas que sabes defenderte.
Se detuvo con ella en una intersección y suspiró, el lugar era sumamente conocido para él, su antigua oficina estaba cerca, así que conocía hoteles bastante lujosos y no muy costosos para quedarse. -
Nanami. Mucho gusto Aira. Sígueme.
-al cinco minutos caminando y cruzando la calle había un hotel bastante grande y como si nada entró dirigiéndose al lobby, ya lo conocían, incluso le tenían una habitación reservada. Trabajaba tanto que ya había rentado por un año la habitación.
٬ ✧ | Eso suena complicado... -Pese a sus palabras, ella no se quedaba atrás ya que desde pequeña desarrolló otra clase de poderes derivados de la magia y que, hasta la fecha no podía controlar del todo, más porque había huido en mitad de entrenamiento. Quizás ahora no lo lamentaba pero ante laa adversidades que estaban por venir, era claro que podría meterla en problemas por no saber defenderse correctamente.-
Eres muy amable... pero puedo dormir en el parque, nadie me molesta ahí y es cómodo. -Comentó algo apenada, realmente no era cómodo pero no quería molestar al mayor con ese detalle de buscarle un lugar.- Por cierto... soy Aira. |
Desde joven desarrollé ese sentido, luego se vuelve habitual...
-Ese. Justamente ESE. Era el precio de involucrarse. La responsabilidad. No sabía qué responder ante aquello, era un adulto, tenía que actuar como uno ... Casi podía escuchar la risa de su mejor amigo en su cabeza ante la situación -
No soy quien para reprochar o aprobar tu decisión, sin embargo simplemente no puedo dejarte a tu suerte. Ven, vamos a la zona comercial, ahí podemos buscarte un hotel.
٬ ✧ | Ah... ¿Es complicado golpear algo que no ves? -Había captado el mensaje del mayor, sin embargo no iba a insistir demasiado en temas que no le competían, aunque ante la nueva pregunta, solo negó con la cabeza, una y otra vez hasta que terminó con una tonta sonrisa en su rostro.- No, me escapé de mi casa y no volveré nunca más... bueno tampoco tengo forma de volver... Sé que debería de buscar alguna alberca para vivir pero, no tengo dinero. |
٬ ✧ | ¿Peligroso...? ¿Por qué sería peligroso? ¡¿Hay unos brabucones a los que golpear?! -Se puso en guardia, mirando en todas direcciones, aunque a sus ojos no podía divisar nada, ¿Se trataba de algún espíritu o algo?- |
