Tengo una mejor idea, convence a una de tus esclavas, para ser mi mascota...el que quiere ver el espectáculo, pone todo, es lo justo ¿No lo crees? - nuevamente su rostro dibujó una sonrisa maliciosa. No iba a olvidar la intromisión de aquella criatura anónima, y aunque no estaba molesta, no dejaría el tema, hasta aburrirse de molestar a su Dios.-

Veo que has evadido responder, aunque mis ojos, son justamente lo que más me gusta.