Lo miró de reojos tras el abrazo pero volvió su mirada al cielo para mirar las estrellas aunque le costaba trabajo poder concentrarse ya que sentía que su corazón latía con fuerza. Inocentemente giró el rostro al percatarse que se acercaba mucho, pero terminó sorprendía por ese beso que terminó en una mordida. Inmedame el pálido rostro de la vulpina terminó completamente enrojecido.
—A-a... —no supo qué decir, por lo que terminó acurrucándose en los brazos del Yakuza.
-Asintió a la pregunta, siendo que la única forma que por el momento, puede ejercer para comunicarse con su confidente. En el instante que se acoplaron uno al otro, la rodeó con el brazo más próximo hasta el punto de volverse inseparables, o casi verse como una masa uniforme de lo unidos que están.- (?)
¿...?
-La mofa tuvo un sólo significado, el de atacar directamente a su boca, atrapando su músculo entre sus labios, para ejercer una pequeña succión para soltarle. Como acto seguido, la soltó y se dejó caer con ella en el césped, sin dejar de ser iluminados por los astros celestiales.-
SW-User
—¿Ya lo pediste? —lo miró muy emocionada y con una gran sonrisa antes de volver su mirada al cielo infinito.
Sus ojos brillaban por la emoción y también gracias a la luz nocturna. Se fue juntsnto un poco más hacia él hasta que sus brazos chocaran, de esa manera podría sentirlo más cerca.
—Yo ya pedí uno, aunque no te lo diré —le sacó la lengua a modo de broma.
-Abrió aún más los ojos y su concentración se volvió más estoica ante el aviso. No sin antes llevar el semblante al contrario, tan emocionada y feliz... Y así mismo estaba él, en un reflejo proveniente de corazón.
Nunca había estado tan rodeado de amor y aventuras, y tras dejar caer los párpados, su deseo ya estaba siendo cumplido, tan inquebrantable y eterna: estar siempre juntos.
Y para colmo, no podía decírselo, y menos en su mutismo. Sólo sonrió, pero de oreja a oreja.-
