— Grosero, si estoy bonita. Ni voy a batallar con eso, bandido.

¡Ja! Suerte con eso rubia. – Se mofó de ella, aun con el semblante serio por el sueño. Cruzó los brazos y permaneció sentado en su lugar. – No vaya a ser que te acabes la memoria de la cámara tratando de sacarte una foto bonita. – Le restó importancia a sus propias palabras y comenzó a estirarse, rascando su cabeza. –

— ¡Es mi álbum, Kei! Los tomaré en sus peores poses y pondré la más bonita de mi.

¿Y no pudiste haber tomado una mejor pose? – La realidad es que no le importaba cómo se le retratara. Lo único que deseaba en ese momento era descansar. – Que mala impresión. Recuerda que el flojonazo es Jasuke, no yo.

— Tomó las mejores fotos de ustedes para tenerlas en un álbum de besto friends, amigo. Tu foto es de la primeras, bebé.

¿Qué se supone que haces? – Murmuró con pereza, enarcando una de sus cejas completamente extrañado. No se había dado cuenta de nada. –

-Le toma foto a medio bostezo.-