26-30, M
Descubrelo por ti mismo...
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GatoConBotas · 31-35, M
Sin duda el chico era lo suficientemente extraño para pensar que habría una fiesta de disfraces cerca, sabia de las bromas y las personas que adoraban reírse de los demás por ellas; sin embargo, al escuchar como se reía y el sonido ciertamente ahogado que emitía su sorpresa fue mayor, sus ojos esmeraldas vivaces se posaron en la cicatriz de su cuello mientras arqueaba ambas cejas bajo su curioso sombrero de ala ancha.
¡No, no! Mi culpa camarada, debí verte cuando venias.
Tal vez su reacción habría sido anticipada y un tanto exagerada mas su cola era una de las extremidades mas sensibles que poseía; aun así el peso del chico no fue lo suficiente como para dejar un dolor eterno y ahora este se habría disipado. No le molestaba compartir su sombra, le agradaban las compañías mas el chico le despertaba una curiosidad enorme. ¿Por qué se movía con el olfato y no podría hablar? Al juzgar por las cicatrices fue un estado buscado por una especie de médico loco mas si algo aseveraba las ideas locas serían los ropajes del chico y la ausencia de un acompañante.
Venga...Será un poco complica'o parlar contigo mi amigo. ¿No traes una especie de anotador?
Tal como antes sus palabras fluían mas rápido que su pensamiento mas no quería molestarlo o exigir algo que estaba fuera de sus posibilidades o le causaba dolor, claro que deseaba cuestionarle y saciar su felina curiosidad mas primero debía generar una especie de vinculo con el extraño chico.
¡Por cierto! Me presento humildemente, soy...¡El gato con botas!
Mencionó enérgicamente mas se saltó el paso de la reverencia, al no poderle ver sería exactamente igual mas procuró llevar su pequeña pata diestra hasta la mano del chico esperando así su presentación estuviese terminada.
¡No, no! Mi culpa camarada, debí verte cuando venias.
Tal vez su reacción habría sido anticipada y un tanto exagerada mas su cola era una de las extremidades mas sensibles que poseía; aun así el peso del chico no fue lo suficiente como para dejar un dolor eterno y ahora este se habría disipado. No le molestaba compartir su sombra, le agradaban las compañías mas el chico le despertaba una curiosidad enorme. ¿Por qué se movía con el olfato y no podría hablar? Al juzgar por las cicatrices fue un estado buscado por una especie de médico loco mas si algo aseveraba las ideas locas serían los ropajes del chico y la ausencia de un acompañante.
Venga...Será un poco complica'o parlar contigo mi amigo. ¿No traes una especie de anotador?
Tal como antes sus palabras fluían mas rápido que su pensamiento mas no quería molestarlo o exigir algo que estaba fuera de sus posibilidades o le causaba dolor, claro que deseaba cuestionarle y saciar su felina curiosidad mas primero debía generar una especie de vinculo con el extraño chico.
¡Por cierto! Me presento humildemente, soy...¡El gato con botas!
Mencionó enérgicamente mas se saltó el paso de la reverencia, al no poderle ver sería exactamente igual mas procuró llevar su pequeña pata diestra hasta la mano del chico esperando así su presentación estuviese terminada.