Movió ligeramente su cola, inclinó su cabeza hacia la mano que le acariciaba y se movió un poco para que fuera su hocico el que quedará sobre su mano. Había escuchado un ruido, no dudó en salir y asegurarse que todo estuviera en orden. Dió una suave lamida a su mano y se levantó en dos patas apoyando las delanteras en la ventana.
Abrió la ventana y apoyó los antebrazos en el alféizar para inclinarse, sonriendo ligeramente ante el enorme lobo que se acercaba a ella. Extendió una de sus manos, para acariciar su oreja, como si fuese un cachorro y no una criatura aterradora. —Me preocupé al despertar y no verte en la habitación.
Movió sus orejas al escuchar su voz, camino hacia el pie de la ventana levantando su cabeza mirando a Violet con curiosidad. ¿Que hacía despierta tan tarde?.
