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Akiko · F
No es necesario.” Ojos vacíos que aún veían directamente la figura contraria, a pesar de que su cabeza acabara echada a uno de sus lados. Ladeó la cabeza de una forma sutil y leve, el único movimiento que daría en ese momento. “Poder. Poder y nombre para todos los que sean de casa.” No titubeó a la hora de dar una respuesta, una explicación tranquila y con un tono casi inquebrantable.
Karna1577158 · 100+, M
Pero yo no te conozco a ti, Master. Ciertamente que al Adorador del Sol hace falta un desencadenante, como la pasión; el señuelo es ocasional, pero la paciencia es profunda, regular, como es estacional el acoplamiento de sensaciones que el lancero podía abarcar, le observó con cuidado para deleitar su presencia con marcar una cercanía a ella, quería conocer sus motivos, aunque estos no eran necesarios para observarle.

Dime, ¿Qué es lo que deseas? Le preguntó, dejando que los fragmentos rojos pululen hacía los lados, el dorado estigma de su armadura brillaba aún más, atentos como él ante lo que pudiera decir.
Akiko · F
... sobrehumano, para recobrar la compostura, levantarse con cuidado y por fin confrontar al que parecía levitar.

Te conozco a ti y conozco tu historia, Karna.” dictó casi con cuidado, viéndole directamente, con atención a pesar de que aquellos ojos pareciesen apagados en comparación a los contrarios que brillaban por sí solos. Su padre le había enseñado, su familia le había mostrado todo lo que debía saber. Sabía bien que el invocar a alguien como aquella figura era algo casi imposible y el mantenerlo, tal vez, una tortura, pero para ello parecía había sido enseñada.

Asintió casi más para darse la razón a sí misma a medida que sus ojos corrían por todo el servant, perdidos, pero a la vez teniendo en frente lo que buscaba. Sabía que realmente no era necesario tener buen trato con algunos servant, no importaba hasta cierto punto.

Será un placer tenerte a mi lado."
Akiko · F
Lo que ella supuso como una afirmación por su parte se podría decir que fue lo que pareció calmar a la mujer, haciéndole bajar la mirada, tranquilizarla a pesar de mantenerse aún prácticamente postrada a los pies del servant. El aire parecía no llegarle como debería, pero cuando su pecho disminuyó el vaivén que adoptó segundos antes, fue cuando por fin se vio a sí misma capaz de hacer algo.

El cuerpo le pesaba y su mirada, ahora baja, solo veía los pies que se alzaron en el aire. Sintiendo como algo pasaba, cómo algo se movía, pero su miranda solo veía como el brillo del círculo se apagaba, lanzándoles a una oscuridad casi absoluta de aquella noche. La conexión ya estaba hecha.

Cubrió su boca la pálida con uno de los dorsos de una de sus manos y tosió cuando por fin pareció recordar cómo es que se respiraba, una respiración que volvió a una más calmada y pausada a medida que oía a aquel hombre frente a ella. Solo hizo falta un poco de esfuerzo, el cual casi le pareció ...
Karna1577158 · 100+, M
absolutamente monstruosa de maná para poder mantenerse operativo. Yo seré el Heraldo de la Lanza. Soy Karna, y mi espíritu está dispuesto a encarar todas las grandes adversidades durante mi vida aquí, así he de morir en mi momento con valor, coraje y honor para así elevarte a la inmortalidad del deseo que buscas cumplir, Master. Seré tu herramienta en esta guerra del Santo Grial.
Karna1577158 · 100+, M
La mirada de Vasusena todo lo dijo, no había otra certeza que la que sus ojos le señalaban, habitaba un mundo entero en ellos y no dudaba en que ante él estaba su maestra, su ama y su master. Así fue, así es y así será en su temporal trayecto como su lanza. Karna alzará su cuerpo centímetros del suelo despegándose de la terrenal estirpe para que sus pies flotaran, cerró sus ojos un instante y el pomo de su lanza tocará el circulo de invocación. Era esa la magna conexión de master y servant, los fragmentos dorados de su armadura se separaron de él flotando como sus kundalas en las orejas, mintiendo su defensiva postura.

Ya veo. Se atrevió a indicarle, mientras suspiraba pues el pacto había sido sellado y los circulas de energía así indicarán que El Adorador del Sol recibirá el maná que tanto le alimentará de ahora en más, es una mera prueba que el lancero ejecuta para contemplar si es ella digna de la bendición solar de su generosidad, Karna absorbe una cantidad (sig.)
Akiko · F
La marca pareció brillar hasta el punto de dejarla ciega y cuando la explosión se dio se esforzó por mantenerse en pie, pero sus piernas acabaron cediendo sin fuerza alguna. La mujer quedó postrada, hundida en la nieve en medio del círculo cuando ya la invocación fue hecha.

El aire le faltaba, pero sus ojos alcanzaron a divisar las piernas junto a la base de una lanza. Por otro lado, su cabello casi le cubría por completo el rostro, pero con suerte este se retiró cuando alzó para mirarle cuando le escuchó, viendo de quién se trataba.

Sí.” alcanzó a afirmar, asintiendo una vez pudo recomponerse un poco tras haber hecho aquello. Su mirada le veía directamente, cansada, pero aliviada una vez vio que el conjuro había hecho efecto. Subió una de sus mangas, dejando a la vista el dorso que dejaban ver una marca y no tardando en dejársela ver, suponiendo que el solo verla le valdría.
Karna1577158 · 100+, M
estilizadas de alta procedencia. Él no es menos pálido que la nieve, y su mirar no es menos verde que las esmeraldas, parecían albergar un universo dentro de ellos. La armadura que lleva es piel, es cuerpo y también es alma, es una extensión de sí mismo, al igual que es el arma que señala su clase: Lanza dorada que supera su altura, dotada de púas del mismo material y recuerdan al Febo que en los soles yace. Parece hablar su misma lengua, así como su acento es totalmente neutro.

¿Eres tu quién me convoco? Es esa la primer pregunta que Vasusena se atrevía a mencionar, también aquella que tantas veces había repetido en sus sinfín de apariciones. No emitía juicio, no emitía queja alguna, su rostro era perfectamente espabilado en un justo e inquisitivo semblante. Si es así, enséñame tus hechizos de comando.
Karna1577158 · 100+, M
Los <<Kundalas>>, los dorados aretes que nombre le habían dotado resonaron antes que nada y anunciaron en el sonido del metal siendo ladeado por una sórdida explosión de humo, de vapor armado del maná que el Adorador del Sol poseía y que ahora reclamaba como suyo. Ni el goteo, ni el sonido de los círculos invocándole pudieron opacar su presencia una vez que los Espíritus Heroicos eran convocados. No será dramático, ni épico como han de ser otras leyendas de su misma índole, no. Solo el brillo de aquellos aros que de sus doradas esferas desprendían podían contemplarse con un fervor tal que desbordaba de su delgada silueta que salía desde las sombras, Vasusena no fue convocado en un estallido de fuegos de artificio sino más bien fue expulsado desde las sombras que tanto había combatido en su tiempo de vida ¿Que irónico, no?

Ahí yacería él, en las encimas de aquel circulo como si en un simple parpadeo hubiera de haber salido del aire mismo. Alto, humilde en sus formas delgadas y (sig.
Akiko · F
... una de las manos en su abrigo hasta tomar algo que cerró en su puño. Uno, dos y tres pasos los únicos necesarios para quedar en el centro del círculo trazado minutos antes. Alzó uno de sus brazos y apretó su mano hasta que algo goteó de ella.

En nombre de mis ancestros, primogénita de mi maestro.” recitó, en trance viendo como los trazos brillaron. “En nombre de la casa Groß busco al hijo del Sol. Hijo de un semidios que pareció ser forjado en oro desde que vio la luz.” y alzó su mirada al frente. “Satisfaz, satisfaz, satisfaz, satisfaz, satizfaz. Ven a mí y que tu espada sea la que proteja mi camino. Siguiendo las normas del Santo Grial, responde si aceptas mi razón y voluntad. Juro aquí que expondré todo el mal y que seré todo lo bueno del mundo eterno. ¡Por los siete cielos que acogen tres poderosas palabras, ven a mí desde el círculo del balance Vasusena!”.

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