─ Ciertamente lo es Yoko! Sabes de antemano que jamás me he retarctado de una decisión, en mi camino no hay espacios para las dudas... tú aprendiste eso a las malas y por eso ahora eres más que solo una amiga, más que mi aprendiz y mucho mejor persona que yo... ─
El abrazo de la joven guerrera, llega para sacarlo de su ensimismado pensamiento, bastó solo su roce para que la mente del varón volviera a reaccionar, trayéndolo de nueva cuenta a esta realidad. Incluso ese sentimiento de culpa desapareció por completo.
─ ... es curioso ver como la vida da estos giros tan impresionantes, mírame aquí... escuchando a mi mejor alumna y que sean sus palabras las que me regalen tanta paz cuando era yo quién lo hacía antes... has crecido, has madurado y ya dejas de ser una alumna para convertirte en una maestra, ahora estas a mi nivel, y ya puedes reclamar esa espada que descansa en el templo Kanesada, Ichimonji, la uchigatana que siempre admiraste y deseaste para perfeccionar tu estilo, ahora t