─ ¿decías algo?... no te escuché... ─ continuaba haciendo presión sobre las heridas, solo para darle una lección de que no era muy buena idea pelearse a cada rato con niños más grandes que ella.
─ ... ¿si te duele? al parecer no... porque aún no has aprendido a reprimir ese enojo... ─ por fin detuvo su insistencia con las heridas de la chica, para tomar un paquete de gasas, las cuales moja levemente en alcohol para desinfectar aquellos raspones a lo largo de su ser.
─ Sabes que te quiero mucho Minami, y me preocupo por ti como no tienes idea... no me gusta cuando te lastimas de esta forma... ─ daba cuidadosa atención a cada uno de los golpes mientras hablaba, al terminar colocó algunas curitas para evitar que vuelvan a ensuciarse y sanen perfectamente ─ eres una chica muy fuerte y estas heridas se irán en menos de una semana, pongamos algo de hielo sobre esa cabeza y te enviaré algunas tabletas para el dolor, estarás muy bien pronto Minami!... ─