Me gusta el peligro, lo sabes bien, despues de todo yo tambien soy un... ehem... demonio escurridizo -le guiña el ojo antes de reir suavemente- Yo tambien se mantenerme en una pelea, no soy una damisela en peligro ni nada por el estilo.
—Uhm...! Eso sería algo peligroso mi estimado... me considero algo impredecible, además mis enemigos acechan mis espaldas a cada segundo, no me gustaría que se viera envuelto en este tipo de problemas, los demonios suelen ser escurridizos y letales, se valen de cualquier descuido para acabar con sus objetivos—
