*La chica fue educada por una dama, obviamente sus modales son bastante bienos y nunca será grosera, aunque con estando con su familia a veces suelta una que otra palabrita siempre sabrá comportarse en sociedad.
Logra con éxito llamar la atención del ojiazul y después de escucharlo niega levemente, no agrega nada más solo escucha con atención su explicación.
Cuando el le extiende su mano ella hace lo propio y le da su pequeña mano al mayor, le mira fugazmente a los ojos y luego desvía la mirada solo para responder con algo de vergüenza*
Está bien, vayamos a esa lugar, muero por conocerlo y también estoy ansiosa por conocer más de usted.
**Fue una entrada oportuna, con ese simple gesto la dama reclama de manera educada toda la atención del joven samurai; claramente el derecho era suyo y qué mejor manera de recordarle que su cita debía haber iniciado al menos hace cimco minutos.
─¿?... Oh señorita Suri!!... lo lamento tanto, creo que se me hizo un poco tarde─ Exclamó de manera tranquila proponiendo de manera inocente una excusa que justificada su demora.
─En verdad lo siento, me distraje un poco... pero no hay tiempo para pedir disculpas, tenemos una reservación hecha para las diecinueve horas... le parece si ya nos vamos o llegaremos tarde.─
Con cortesía extiende su diestra para pedir la mano ajena antes de emprender su trayecto hasta la casa de té**
