Movió su cabeza tratando de esquivar eso pero en su posición no había mucho que hacer para evitarlo. — Mnfh...— frunció el ceño y rodó los ojos. — Fhajafhe- Movió sus caderas pidiéndole que se bajara, tampoco quería ser tan brusca y arrojarla hacia un lado.
Sus orejas felinas se movieron ligeramente, a diferencia de la doctora, su expresión no había cambiado, seguía tan seria como antes. —En ese caso, tú hablas demasiado para mí gusto.— Levantó una de sus manos y colocó la palma sobre los labios de la doctora, ejerciendo una presión innecesariamente fuerte.
Cerró sus ojos por un momento al sentir el contacto de su nariz contra la ajena, esa mujer de verdad era todo un enigma. No sé esmeraba en tratar de ocultar lo que era realmente y aún así alrededor de esa felina existían solo incógnitas. — En verdad eres extraña, Kal'tsit. - pero inevitablemente sonrió ladina, no era burla, no había pensado muy bien sus palabras en realidad.
Ella siempre vio lo mejor en ti... precisamente eso...— La felina se inclinó despacio hacia ella, sus ojos fijos en esa mirada oscura y apagada. Era ese espíritu de sacrificio lo que detestaba, le recordaba demasiado a ella. —¿De verdad? Quizás incluso llore sobre tu tumba.— ¿De felicidad o de tristeza? Lo dejó a su criterio, antes de dar una caricia en su nariz con la propia, un gesto de cariño más animal que humano.
La escuchar sus palabras su mirada se apagó ligeramente. Todo volvía a Theresa, siempre el origen de todo, Babel le perseguía y no era capaz de recordarlo. — Cada vez que dices esas cosas, me haces sentir responsable. Quizás algún día mi sanidad se reduzca totalmente y podrás disfrutar lo que tanto anhelas. Mientras tanto seguiré aquí, siento esa plaga, luchando por Rhodes y todos los que creen en mi.
En eso no te equivocas... eres como una plaga. Al final, nunca puedo deshacerme de ti. -Acomodó el cabello de la doctora para apartarlo de su rostro.- A veces pienso que habría preferido que hubieras sido tú y no Theresa. Pero... no es algo que ella hubiese querido.
Comprendo muchas cosas pero tu eres todo un enigma. Algunas veces siento que esperas la oportunidad para arrojarme enmedio del campo de batalla para dejarme morir. Y otras como estas...es difícil leerte y eso aterra.
