Qué ironía. Que me teman solo demuestra lo poco que intentaron acercarse. Mi tono de voz... Si fuese un poco más suave, sería un susurro del viento.

Pues parece que hablan de ti y diría que te temen por el tono de voz con el que hablaban algunos.

¿Hogar?... -Enarcó una de sus finas cejas albinas, entrecerrando los orbes sin sacarle éstos de encima.- Debes referirte a mis bosques. -Masculló con el fino tono de su voz relajado de siempre, acomodándose su bolso añejo pero casi lleno, en su hombro izquierdo.- Pensé que los humanos no prestaban atención a mi casual presencia.

Bueno no conozco a esa gente que hablo de ello, ademas lo escuche en la taberna de los humanos cerca de tu hogar pero no tiene importancia, además solo te conozco a ti por estas tierras asi que solo puedo confiar en ti.


-Decia mientras se sentaba en el suelo de frente a ella-

¿Ya te hiciste gótica? (?)

Vaya. Hablo con tan poca gente, y hablan tanto de mí, que hasta debo llamarme de muchas formas, ¿Eh? Creo que te dejaste convencer muy fácilmente. Hay que aprender a oír todas las versiones de las historias, y conocer a las personas de quienes se habla. -Ríe, mirándolo.-

Al menos es lo que dice la gente, sera que mienten los humanos.
-reia mirándola-

Y nunca fui una dragona.

¿Tengo rumores de ser una...araña?

Vaya al final dejaste de ser dragona para ser una mujer araña como decían los rumores...