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¡¡¿QUE CARAJO ACABABA DE PASAR?!!

Primero Khadrah se vuelve hombre y ahora él... ahora ÉL ES ELLA.
Siente que entra en pánico, para colmo sus emociones son más inestables como chica, está a nada de soltarse a llorar de pura rabia.
 
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Y bueno, tal parecía que entre más le decía al otro que no se compadeciera, más lo hacía, gruñó marcadamente cuando le tomó las manos, casi temblaba por el enojo pero tuvo que obligarse a controlarse al menos un poco, no quería comenzar a llorar enfrente a Khadrah, sería humillante. Inhaló profundamente y al recibir la caricia fingió una mordida hacia la mano ajena, aunque no terminó por prensarle con sus dientes -Ya te dije que estoy bien solo... fue la impresión, no necesito que te preocupes- Determinó con claro mal humor, su cola se movía de lado a lado, tensa y crispada -Esto es tan molesto ¿Como soportas ser mujer?-
K1536000 · F
— ¡¿Estás bien?! —corrió enseguida a su encuentro, colocándose de rodillas junto a ella para sujetar sus manos y resguardar sus puños en sus palmas, sobando la zona afectada.— No te hagas daño, no sé como pasó, pensé que en ti no habría cambio. —pasó saliva con dificultad, muestra clara de su acongojo al verla en ese estado, notándose en sus ojos que huían de ella buscando respuestas en cualquier recoveco de la nada.— He intentado revertirlo con mi poder, pero es inútil... Vamos, no te ves mal después de todo. —trató de calmarla, aunque seguro que sería peor pues hasta le acarició la mejilla como si fuera una dulce dama. {?}
-¡No entres! ¡No vengas!- Gritó, pero era tarde, ahora tenía a ese... enano(?) en su habitación viéndole tal cual estaba en ese momento, le gruñó molesta pero sus ojos se tornaron cristalinos -¡¿Como demonios pasó esto?!- Exclamó casi como un berrinche, mientras golpeaba el sueño con su puño cerrado... ¡Y le dolió! ¡¿Que, también se había vuelto una debilucha?! -¡Estoy bien! ¡No te compadezcas de mi!- Dijo al final con la voz quebrada.
K1536000 · F
— ¿Kaled? —escuchó ruidos extraños dentro de la habitación,
así que fue a asomarse, encontrándolo... No, encontrándola al borde del llanto.— ¡¿Tú también?! Pensé que no te había afectado, oye... Oye ¿Estás bien?

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