Río discretamente al notar la forma cómo se había exaltado, incluso el roce de su nariz con la suya.

─ No te estoy sujetando, eres libre de apartarte en el momento que lo desees ─ pronunció casi cómo en susurro. Su mirada azulada le miraba fijamente a los ojos, estaba hambriento de ver las expresiones que el muchacho gesticulaba. había algo que llamaba mucho la atención del pelinegro, y eso era el sentimiento de vulnerabilidad que causaba en los demás, sobre todo, notando la forma cómo se comportaba Gael.

─ Si te molesta el público, aún con esta tenue luz, podríamos ir a otro sitio más privado.