—Agradecía que en esos momentos no le estuviera torturando, a fin de cuentas sólo estaba replicando su buen comportamiento o eso esperaba. Sintió como la bajaba esperando nunca volver ahí nuevamente, no le gustaba su existencia pero no había forma de hacerle entender, si le había rechazado de todas las formas posibles incluso cuándo no era así.—

Repito, tengo nombre, me gusta de hecho. Entiendo lo de princesa... Referido a mi propio nombre claro está. —apretujó sus puños con fuerza, le irritaba fácilmente como no se daba cuenta de cómo eran sus acciones hacía ella, por qué su verdugo, no la entendía miseramente un poco que sea.—

Está bien. —ni siquiera le dirigió la mirada de vuelta, incluso su ser se encontraba apagado por culpa de él, de alguna forma tendría que eludir a su familia ese día para aceptar la salida con ese sujeto, aún así le fue inevitable preguntarse, qué pasaría si ella se negaba nuevamente y algún día lo intentaría pero está vez prefería conocer (...) >