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Siempre ganaré incluso si voy perdiendo en la batalla, ese es mi juego. Tomarme cada cosa como un reto es mi debilidad y hacer de cada objetivo, un movimiento.
 
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que había detrás de aquella persona que la usaba como un juguete. Se dejó besar por él con indiferencia, como si le hubieran hecho perder esa parte tímida de ella por momentos, para quedarle observando con odio. Tenía demasiadas razones para odiarle en esos momentos pero prefería no pensar en ello, debía saber quién diablos era y si al final podría contra su persona y hacerle pagar cada una de sus malditas acciones contra ella.
—Agradecía que en esos momentos no le estuviera torturando, a fin de cuentas sólo estaba replicando su buen comportamiento o eso esperaba. Sintió como la bajaba esperando nunca volver ahí nuevamente, no le gustaba su existencia pero no había forma de hacerle entender, si le había rechazado de todas las formas posibles incluso cuándo no era así.—

Repito, tengo nombre, me gusta de hecho. Entiendo lo de princesa... Referido a mi propio nombre claro está. —apretujó sus puños con fuerza, le irritaba fácilmente como no se daba cuenta de cómo eran sus acciones hacía ella, por qué su verdugo, no la entendía miseramente un poco que sea.—

Está bien. —ni siquiera le dirigió la mirada de vuelta, incluso su ser se encontraba apagado por culpa de él, de alguna forma tendría que eludir a su familia ese día para aceptar la salida con ese sujeto, aún así le fue inevitable preguntarse, qué pasaría si ella se negaba nuevamente y algún día lo intentaría pero está vez prefería conocer (...) >
—solamente permitía sus acciones por temor a él, no le quería nada pero tampoco quería ser reprendida nuevamente, por lo que estaba forzándose a acostumbrarse a aquello de él, el rubor se mantenía en ella junto a los latidos con fuerza, se quedó ahí quieta, prácticamente como si fuera un gato rendida, no ser algo activará su irritación contra él nuevamente, algo que parecía demasiado fácil viniendo de él. Lo despreciaba.—
¡No, no, no, bueno si, pero no! … —se sostuvo forzadamente de él comenzando a ruborizarse de nuevo, por lo que prefirió ocultarse en él para que dejara de besarla.—
Tampoco así... –cedió ante aquella caricia empezando a ruborizarse de a poco.– Tengo nombre, úsalo como corresponde.
Creo no necesitar el permiso de nadie para hacer lo que dices de todas formas. Y no me llames pequeña. ... Me desagrada.
Y las espero seguir teniendo. –traga saliva. [?]–

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