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KagomeHigurashi1566345 · 18-21, F
Normalmente lo habría dejado marchar, ella no era una mujer que desacatara las reglas establecidas, pero algo en aquellas últimas palabras de despedida que InuYasha soltó sin más la hizo saltar del futón, impulsada por el nudo que estrujó su garganta y su corazón.
—¡Pero qué estás diciendo! —casi corriendo sus pies descalzos atravesaron la cabaña hasta darle alcance en el umbral; una de sus manos lo detuvo, tirando del largo borde rojo de su haori—. ¡No quiero! InuYasha, eso no... —algo como eso no podía suceder, ¿o sí? Ella no iba a arriesgar su vida por un capricho. Incluso si sus palabras eran hermosas... ¿Qué haría sin él?
Sus manos se agitaron con un pequeño temblor que delataba lo mucho que aquello le estaba costando. Dejarlo ir, aunque fuera con la promesa de volverse a ver al día siguiente, de pronto se sintió sofocante. [...]
—¡Pero qué estás diciendo! —casi corriendo sus pies descalzos atravesaron la cabaña hasta darle alcance en el umbral; una de sus manos lo detuvo, tirando del largo borde rojo de su haori—. ¡No quiero! InuYasha, eso no... —algo como eso no podía suceder, ¿o sí? Ella no iba a arriesgar su vida por un capricho. Incluso si sus palabras eran hermosas... ¿Qué haría sin él?
Sus manos se agitaron con un pequeño temblor que delataba lo mucho que aquello le estaba costando. Dejarlo ir, aunque fuera con la promesa de volverse a ver al día siguiente, de pronto se sintió sofocante. [...]
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