« Back to Album · Next »
This page is a permanent link to the comment below. See all comments »
User1576008 · 26-30, M
A punto de resignarse, cuando agachaba la cabeza fue que se dio cuenta de que su cabello nuevamente era plateado. Y cuando liberó sus brazos de su agarre también notó que sus garras habían vuelto a crecer, entonces repasó el filo puntiagudo de sus colmillos con la lengua sólo para asegurarse.
Sus ojos dorados se abrieron de par en par ante la sorpresa de la respuesta corporal de la sacerdotisa; una amplia sonrisa acompañada por un sollozo, un movimiento afirmativo... y ese "Sí" a pesar de no haber preguntado nada.
Entonces todo lo a continuación sucedió tan deprisa que, lo único que supo al reaccionar teniéndola entre sus brazos fue que hasta ahora, esta había sido la victoria más grande de su vida. Nada se comparaba con la felicidad de tenerla a su lado, de sellar con un beso una promesa tan sagrada como la de unir sus espíritus de por vida.
— Eres mi destino. No quiero que vuelvas a irte de mi lado, no quiero vivir sin ti...
[...]
Sus ojos dorados se abrieron de par en par ante la sorpresa de la respuesta corporal de la sacerdotisa; una amplia sonrisa acompañada por un sollozo, un movimiento afirmativo... y ese "Sí" a pesar de no haber preguntado nada.
Entonces todo lo a continuación sucedió tan deprisa que, lo único que supo al reaccionar teniéndola entre sus brazos fue que hasta ahora, esta había sido la victoria más grande de su vida. Nada se comparaba con la felicidad de tenerla a su lado, de sellar con un beso una promesa tan sagrada como la de unir sus espíritus de por vida.
— Eres mi destino. No quiero que vuelvas a irte de mi lado, no quiero vivir sin ti...
[...]
Add a comment...