Kagome

[code]Las cosas se habían tornado anormales. Estaba en un sitio que desconocía hasta el momento, no tenía ni idea de qué le esperaba y para colmo, su ropa estaba sucia.

Elevó la mirada contemplando lo majestuoso y despejado del firmamento. No habían señales ni siquiera de aviones.

─ Si me quedo aquí no haré nada ─ refunfuñó.

Comenzó a caminar dejando a sus espaldas un frondoso bosque, pues se había decidido a bajar la colina en dirección a lo que parecía una pequeña villa muy a lo lejos. Por fortuna, su visión era privilegiada.
De pronto, a sus espaldas escuchó lo que parecía ser la voz de una mujer, un tanto lejos, pero sus capacidades auditivas estaban muy por encima de los humanos debido a su "condición".
El muchacho de cabellos rojos se dio vuelta, pero debido a la maleza y los frondosos arbustos no podía divisar a la persona que emitía los gritos. En visto que no reconocía el lugar, posiblemente lo que estaba por acontecer podría ser peligroso. Se mantuvo de pie a las afueras de las delimitaciones del bosque en espera de ver si aquella voz emergía de éste.[/code]

[code]A decir verdad, no había comprendido nada de lo que había ocurrido.
Tras salir de la preparatoria y dirigirse a la limusina dónde le esperaba el chófer, una luz le cegó obligándole a cubrir su rostro con la mano. De pronto, sintió cómo si estuviera en una caída libre totalmente desconcertado.
Sin haberse percatado de nada, la luz del sol golpeó sus párpados haciendo que frunciera el ceño y restregara con la muñeca sus ojos. El aire era cálido y había un sonido singular a trinos de aves en conjunto con ramas de árboles moviéndose. Lentamente fue abriendo los ojos, notando un hermoso color verde en el pastizal dónde se hallaba tumbado. Tomó asiento y miró a los alrededores intentando reconocer el lugar dónde se encontraba, sin éxito.

─ ¿Qué diablos ha pasado?, ¿Dónde estoy? ─ murmuró para sí.

Tras unos minutos procesando la situación, se levantó del suelo, sacudió su pantalón apartando la tierra y las hojas del pastizal. Intentó ubicarse una vez más mirando al horizonte, pero el paisaje era totalmente diferente a lo que acostumbraba ver en Japón. Todo era un verde valle, sin construcciones en la cercanía, un lugar hermoso, pero a la vez tenebroso... "¿A dónde debería ir?, ¿A quién podría pedirle ayuda?". Difícilmente estaba expuesto a sucesos tan random cómo en estos momentos.[/code]