Era cada vez más y más usual que sus operaciones le llevaran a algunos lugares inesperados y como supervisor de las mismas que eran llevadas a cabo fuera de Inazuma por el Shuumatsuban, no le quedaba de otra que en ocasiones viajar de puerto en puerto para supervisar estas para que su éxito fuese total. Por ende aquella noche decidió pasar por una taberna que antes no había visitado, entre Liyue y Mondstadt, y por ende en silencio, mientras esperaba habiendo rentado una habitación en el lugar, esperaba que su té fuese servido aquella noche mientras la operación se llevaba a cabo, esperando sólo la señal para saber sobre su éxito, mas en ese momento una figura peculiar llamó la atención del noble, notando a un simpático y extraño hombre, ¿Tenía a caso su mismo tipo de sonrisa? Una que ocultaba mucho bajo aparente calma.