"Haré un puente de hielo, así me iré de isla en isla". Pero Kaeya olvidó, por un instante, que Diluc es usuario pyro y apenas éste puso un pie detrás de él, tanto el hielo como su plan se vaporizaron sin piedad. [?]
Resopló en un acto de total resignación, apoyó las manos sobre la arena para levantarse y poco después le siguió. Sacarlo de quicio solía ser tan sencillo, pero nunca dejaba de ser divertido.— Ojalá que sea así, suficiente es compartir el espacio con alguien que no parece dispuesto a compartir, para tener que terminar empapado. —Levantó los hombros, sacó su espada una vez más, la agitó un poco, en un torpe juego mientras que se colocaba en la orilla de la playa y allí, de un certero golpe y ayudándose con su visión, formó un bloque de hielo sobre el agua. Se hizo a un lado y extendió la mano derecha en una elegante, pero divertida, invitación.— Adelante, Luc, demuéstrame que no debo implorar a Barbatos para que tu visión pase a ser Geo.
—Vámonos.— No dejó que terminara de hablar, pasar mucho tiempo con él, sería un desperdicio para el pelirrojo, por lo que solo guío el camino con la mano derecha esperando a que el maestro Cryo comenzara a lanzar su hielo. —No derretiré más, andando.—
Como si de una orden se tratara este comenzó a caminar hacia esa dirección, esperando a que su hermanastro hiciera lo mismo y comenzara a crear ese puente de hielo.
Soltó una risa, la cual terminó apagando conforme se dedicó a negar, pero no se movió de su posición pues parecía disfrutar de su estancia en ese lugar.— No hay barcos cerca de aquí, podrías comenzar a evaporar el agua de un extremo mientras yo hago un puente en el otro. Cryo y pyro no parecen ser tan compatibles después de todo, ¿quién lo diría? —Inquirió sarcástico mientras mientras su ojo se fijaba con atención en el pelirrojo, siquiera en una situación como esa parecía inmutarse.— Aunque también podríamos aprovechar de estas pequeñas vacaciones mientras algún bote pasa por allí. Ya sabes, descansar, mirar... recoger un par de caracolas como solíamos hacerlo en el verano, ¿o es mucho para ti?
—No me tomaría nada de tiempo el hacerlo. Pero, no depende de mi mostrar mi fuerza, recuerda que solo soy dueño de un viñedo, así que tomaré la libertad de insistir en que hagas tu hielo más fuerte, caballero Kaeya, lo suficiente para que podamos cruzar, o en su defecto tendremos que buscar un barco.— Cerró los ojos, ignorando el rostro de su hermano mientras que sus brazos seguían cruzados a la altura del pecho del pelirrojo, un pequeño soplido salió de la nariz del mismo pareciendo un suspiro.
— Tienes razón, fue mi culpa por poner demasiado en ti. —Incrédulo, así fue como Kaeya lo miró durante unos instantes en los que se planteó, seriamente, la propuesta que Diluc lanzó. Guardó la espada, se sacudió las manos, una contra la otra, y terminó por sentarse en la arena.— Bien, evapora el océano entero, maestro Diluc, demuestra que puedes ser más eficiente que yo, un caballero de Favonius, por favor; sácanos de aquí.—Expresó con complicidad y dolencia, esta última fingida, mientras que señalaba el agua alrededor de aquel islote.
—No es mi culpa ser tan ardiente. (User moment LOL). — Se acomodó el cabello para después solo ver el mar. — Creo que sería más efectivo si lo evaporo todo... Aunque después va a ver un desequilibrio.
— Por supuesto que lo sé. Pero no hay ningún barco cerca, ninguna persona incluso excepto nosotros dos. ¿Vas a seguir ayudándome a derretir el hielo o buscarás otra solución?
