Ella lo vio un instante con el ceño fruncido. ¡Claro que era pésima! Era primera vez que el alcohol le hacia efecto, pero no lo admitiría, no enfrente de él. Lo fulmino con la mirada con un mohín característico en los labios.


— ¡C-Claro que no! Además puedo hablar co-o-rrectamente. —

Se defendió señalándolo. Pero aunque quiso hacerlo bien, nuevamente había arrastrado la última palabra. ¿Desde cuando hablar se había vuelto tan difícil? pensó. Sacudió su cabeza, intentando despejarse un poco.

Prestó atención a la escena que sucedía delante suyo, notando que las expresiones de la rubia lucían mucho más animada que de costumbre, al menos en el poco tiempo que llevaba como un refugiado en el planeta tierra, nunca la había visto así de alegre. El pelinegro no soalmente recuperó la sonrisa de hace unos segundos, pero también se volvería a reír junto a la Kryptoniana.

— ¿Solo un poquito? Eres una pésima tomadora, no puedes ni hablar. — Comentó, únicamente con el fin de molestarla un poco y en lo que esperaba algún tipo de respuesta o reacción de su parte, daría el primer sorbo de su bebida alcohólica, saboreando el refrescante pero fuerte sabor del liquído que llenaba su vaso.

— ¡Si, si! ¡Escucha!...Choc-o-late.—

Dijo, luego negó su cabeza riéndose de sí misma. Seguía arrastrando la palabra y eso le causaba más gracia, más ahora que alguien más la escuchaba. Para otra persona en sus cinco sentidos, aquello sería algo sin importancia, pero para ella, en esos momentos, era lo más divertido del mundo.

— Creo que estoy un poquito ebria. —

Le musito al peli negro, llevando su mano hacia su boca, intentado reprimir otra carcajada, pero le fue imposible. Estaba demasiado animada, más de lo habitual.

Aún estaba lo suficientemente consciente para saber que estaba en control de sus poderes, al menos momentáneamente, fue por eso que aún estando lejos logró escuchar como Kara arrastraba su lengua en un intento de pronunciar palabras que normalmente serían fácil de artícular. Sin darse cuenta, por unos breves segundos tuvo una sonrisa divertida acompañando su rostro.

Regresó a la mesa con las bebidas en sus manos, colocando una justo delante de la rubia y la otro la dejaría a unos centímetros de su alcance. Hecho eso, se deslizó sobre la banca para tomar asiento nuevamente.

— Hey. Estoy de regreso, ¿Me perdí de algo? —

— Esto pega demasiado fuerte. —

Se quejo, siendo consciente por unos minutos. Cuando escucho que iría por más bebidas, asintió con su cabeza, mientras limpiaba un poco la mesa, ya que había derramado un poco. ¿Qué tan ebria estaba? No lo sabia, hasta sentía que arrastraba las palabras al hablar. ¿En serio estaba tan mal?

— Choc-o-late...—


Lo intento varias veces con esa palabra, y en efecto, así era. Le costaba bastante hablar bien, y eso solo significaba que la bebida había sido muy efectiva. Eso hizo que soltara una fuerte carcajada. Se le hacía muy divertido todo. Seguía intentado decir palabras fáciles, mientras esperaba a Mon-El.

No tenía ningún problema con aceptar su derrota, no cuando había logrado que dejase de hablar de buscar un trabajo o de entrenar para poner sus poderes a prueba. Esa noche no quería hablar de responsabilidades, prefería disfrutar del momento.

— Lo que tú digas. — De no estar bajo las influencias del alcohol se hubiera percatado lo adorable que había sido el puchero que la Kryptoniana realizó recién, probablemente lo recordaría el día siguiente.

— Yo iré a conseguirnos dos bebidas más. — Se deslizó por su asiento para levantarse de la mesa y ir en busca de más alcohol, no todos los días tendrían un respiro como la estaban teniendo así que debían aprovecharlo al máximo.

Extendió su mano para chocarla con la de él, sin parar de reír, para luego aplaudir. Ya se le notaba lo bastante ebria, y cualquier que la conociera, la viera así, se sorprendería. Pero de alguna manera, inconscientemente, la estaba pasando bien, no tenía que preocuparse por nada.

— ¡JA! Ahora tendrás que entrenar conmigo. —

Lo señalo, burlándose de él por haber perdido, festejando alzó sus brazos hacia arriba, con euforia. Aunque luego, al hacer ese movimiento, sintió un leve mareo. Sintió que todo a su alrededor daba vueltas.

— Mañana....— Musitó tratando de calmarse. Eso había sido demasiado.

Viendo el estado en el que se encontraba la Kryptoniana no le cabía ninguna duda en que se había apresurado en catalogarla como alguien que no sabía divertirse, en realidad era todo lo contrario. Esa versión de Kara rápidamente se había vuelto una de sus favoritas, no estaba gritándole o peleando con él, no, la estaban pasando bien juntos. Y la verdad era un buen cambio de aires.

Tras ser oyente de las palabras pronunciadas por la rubia estiró su mano a palma abierta para unirla a la de la rubia, felicitándola por su acto de valentía.

— No, estás sentada..—

Luego de su comentario terminó por soltar una carcajada de igual manera, siendo hasta entonces que retiró su mano para seguir riendo. Existía la posibilidad de que estaba más ebrio de lo que originalmente creía.

Hizo una mueca divertida al sentir la bebida recorrer por su garganta. Ya notaba el alcohol en sus venas. Su cuerpo se sentía liviano, demasiado para su gusto. Cuando escucho la interrogante de su contrario, se quedo en silencio por unos segundos, intentado encontrar las palabras exactas para definir lo que estaba sintiendo en esos momentos.

— Flotando...— Respondió al fin con un susurro. Así era exactamente como se sentía, como si estuviera volando o algo parecido. — Pero no estoy flotando...— Al decir lo último estalló en carcajada. Si, ya estaba bastante ebria. Era increíble lo rápido que hacía efecto aquella bebida alcohólica.

La sorprensa en el Daxamita era tanta que elevó ambas cejas e incluso formó una pequeña 'o' con sus labios, pues no pensó que sus trucos iban a funcionar en alguien como ella.

Inmediatamente supo que la bebida alcohólica habia surgido efecto, las expresiones de la rubia terminaban por delatarla, le resultaba divertido ver el cambio radical en su semblante. Aunque a decir verdad, él tampoco estaba del todo sobrio. Después de todo, era la cuarta ronda de bebidas que mandaban a la mesa en la que estaban ambos, al menos ahora Kara bebía con él.

— ¿Cómo te sientes? —