[code]-¿Me estas incitando a mentirle a Bugaboo? Que mala eres princess. - Le guiño un ojo con complicidad, si se tratara de cualquier otra persona hubiera obedecido las indicaciones de su Lady sin dudar, pero tratándose de Kagami era difícil ser objetivo, sabía que la chica en si era tan solitaria como el mismo y las limitaciones que ambos compartían era lo que había forjado ese lazo que ahora los unía. – Entonces, doncella Ryuko, ¿le daría el honor a este gato callejero de invitarla a salir a las afueras de su cómodo hogar? De mis labios esto no saldrá. – La agilidad con la que ambos se desplazaban era extraordinaria, Kagami era la única capaz de correr a su paso y moverse con tanta precisión como él. Lo primero era que ambos dejaran descansar y comer un poco a sus Kwamis para volverse a transformar y pasar desapercibidos por los techos de la ciudad. [/code]