-Supo que estaba en problemas hasta que sintió como el golpe de su mejor amiga estaba incrementando sus fuerzas y entonces sacó su arma secreta; un peluche de conejo como esos que amaba Rukia y se lo dejó justo en la cara – El te quiere, Rukia..
Haa? -La shinigami se quedo estupefacta, intentando procesar lo que acababa de decir y si realmente lo había dicho. Bajo su mirada y trato de contener la ira que se comenzaba a expandirsele en todo el cuerpo.- ¡Hoy te mueres! -Solto como grito de guerra mientras comenzaba a golpear con todas sus fuerzas en un mucho mas persistente intento por cortarlo-
-La fusiló con su mirada cuando sintió que golpeó su cabeza ¿como un pequeño ser podía golpear tan fuerte? Se preguntó pero lo único que su instinto le decía ahora al Shinigami sustituto que se sobe el golpe en su cabeza- Cursi no, acostumbrado a que las mujeres traten delicidamente o tal vez tu no serás mujer.. - Lo último lo dijo con una sola intención, querer que ella se super enoje -
Eres muy intensa. - No esperaba otra reacción por parte de su amiga, por lo que desenvaino de igual modo a Zangetsu y el impacto de la arma de Kuchiki fue afrontado por el de Kurosaki- Mejor demuestralo como una mujer normal ¿no crees? (?)
Es mi manera de decirte que te extrañe. - El pelinaranja optó por alejarse, pero le dedico una sonrisa ladina por que ya se esperaba esa reacción por parte de la pequeña Rukia –
