— Le quitas el misterio a todo Badoo... —La heroína si que sabía que tenía problemas con él, no de mal, sino simplemente eran opuestos en ese tipo de cosas, además le costaba mucho expresar algo o pedirlo. Notaba las miradas que lanzaba aquel a los costados, ella arqueó una ceja y cuando quiso invitarle para ver si estaba buscando algo él le interrumpió con ese acercamiento y el beso repentino que dejó en sus labios. Mirko se quedó perpleja, parpadeó varias veces y se quitó uno de sus guantes para tocar sus propios labios, aún analizando todo antes de que su cuerpo reaccionase y su cara se pusiese colorada— ¡M-Metal bat! T-Tu... Ehh... —Respiro hondo para calmarse, volver a su antigua seguridad, fingir que no había querido eso y que hacía dos segundos no había entrado en una crisis de nervios — Bueno, ¿Tendré que agendar una cita en tu apretado itinerario? Créeme que estaré muy ansiosa
—Prefiero que me hablen de forma directa—usó el bate para rascarse un costado de la cabeza, muy confundido ¿Qué esperaba de él? No es exactamente la mejor persona coqueteando. Miró a un lado, luego al otro, solo para percatarse que nadie del colegio o de sus compañeros héroes estuviera en las cercanías, y solo hasta estar casi completamente seguro de que nadie iba a ver su acción, se acercó a ella, le quitó la mano de los labios, y le dio un pequeño beso en ellos.
—Tal vez algún día podamos tener ese tipo de acción—
— Ou, entonces, ¿Podría hacerte sangrar? Si no vas a morir, estaría bien para mí —Ella no empatizaba con The Hero Hunter, pero debía admitir que sí eran muy similares, adoraba medir su fuerza, desde adolescente, contra los más grandotes. Mientras mayor fuese el reto, ella más emocionada estaba, aún así, intentaba no dejarse llevar por eso, ese equilibro la convertía en la heroína conejo y no una simple peleonera— Me gusta mucho, siempre he Sido sangre caliente en ese sentido, me emociono. Pero no te confundas, nada de lo que te he dicho se refiere a mis ansias por pelear contigo, se nota que no captas indirectas —Oculto su boca entre sus dedos para lanzar una risita boba—
—Se necesita más que un poco de sangre para matarme.—Ladeó la cabeza, ese tipo de pensamiento le recordó a Garou por alguna razón. Él por su lado, a pesar de su apariencia de pandillero rockabilly, y la violencia que le embriaga cuando se mete en un combate, en realidad no goza de meterse en peleas por placer. Su fuerza es para defender a otros.
— Ropa rota, sangrando, despeinado. Cambiaría el sangrado por sudor si soy honesta, no quisiera que murieses, pero también mentiría si no admito que la sangre te da un toque muy agradable a la vista —Si, era un cumplido, uno muy raro, pero cumplido al fin. — Se ve como una niña muy linda, no tengo dudas de que será una gran pianista
—¿Hmnh?—Enarcó la ceja, ¿Esa era un reto a un cumplido? —¿Hablas de la ropa rota y despeinado? Y sí, tengo una hermana, se llama Zenko y algún día será una gran pianista—
— No sabía que tenías una hermanita. Mentiría si dijera que la estoy viendo a ella, a veces pienso que quizás sería divertido pelear contigo si seré capaz de verte así
